DELICATE // HYUNIN.

25:«Panico»

Ajusto el arnés debajo del traje negro, pero no lo suficiente para sentirme incómodo. Coloco mi antifaz, viendo detalladamente mi reflejo en el espejo.

Expectations de Lauren Jauregui comienza a sonar mientras me encamino a la pista de baile. Yeji deja un jarrón de chupetines en la barra y aprovecho estar cerca para tomar uno y llevarlo a mi boca, ganandome gritos eufóricos de la gente.

Seungmin me mira desde su asiento VIP, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Le lanzo un beso que lo obliga a ponerse de pie y marcharse de mi vista.

Te gané esta noche.

Muevo mi cuerpo al ritmo de la música de una forma sensual viendo los flashes alumbrarme por completo, me abro un poco el saco, dejando a la vista el blanco arnés que cruza por mi cuerpo. Mi ego se vuelve más grande cuando imagino a Hyunjin frente a mi, mirándome con esa mirada seductora que descubrí el primer día que nos vimos.

Me meneo sobre la barra y cuando la música termina me dedico a dejar caer el chupetín al piso y darme a la fuga hacia mi habitación. Yeji me grita lo orgullosa que está de ese baile y yo solo hago una reverencia, viendo los billetes caer sobre ella.

En cuanto llego a la habitación cierro con llave y me dejo caer en la cama.

Me quedan tres presentaciones más y ya podré descansar.

Espero estar bien para almorzar con sus amigos...

Me remuevo incómodo en la cama, Yeji se abraza a mi cuerpo babeandome en el pecho, no puedo evitar hacer una mueca de asco y apartarla de mala gana, ella se queja y se incorpora en la cama.

—¿Porque dormiste otra vez conmigo?.—pregunto poniéndome de pie para cambiarme, hace dos fines de semana que la encuentro durmiendo conmigo, no es raro, realmente me gusta su compañía pero siempre me asusto cada vez que me levanto. Ella bufa frustrada.

—Alguien tomó la llave de mi cuarto y hasta que no cambien la cerradura no quiero dormir ahí.—asiento lanzandole mis llaves.—¿Y esto por qué?.

—Puedes dormir aquí mientras yo no estoy.

—Gracias Jeongin, por eso eres mi mejor amigo.—Vuelve a recostarse en la cama.—¿Vas a salir tan temprano? Apenas dormiste algo.

—Tengo que ir a prepararme, tengo planes para el almuerzo y...

Ella hace una cara pervertida, moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.

—¿Tienes una cita con ese Hyunjin?.—Mis mejillas se encienden, lo que provoca que se ponga de pie casi al instante.—¡No puede ser! ¡Estás sonrojado!.

NO ME MIRES NO ME MIRES.

—¡En serio te gusta!.

—¡Por supuesto que me gusta, estúpida!.

—¡¿Lo hace bien?!.

—¡Yeji!.

Mi amiga suelta una fuerte carcajada.

—Diviertete en tu cita con ese chico, no te olvides que te toca trabajar otra vez esta noche, ¿Okey?.

Ojalá me muera.

—Si, okey.

Termino de vestirme para finalmente por salir por la puerta trasera de mi habitación. Nadie más que Yeji y Christopher saben realmente mi identidad.

En casa me doy una ducha, me visto lo mejor que puedo y pronto Hyunjin comienza a llamarme.

—Jeong...

—¡Estoy yendo,lo juro!.

Escucho su risa del otro lado de la línea y enseguida mi corazón se acelera.

Estoy enamorado de este sujeto.

Tomo rápidamente mi saco y cierro la puerta de entrada.

—Esta bien, te mandé la ubicación por mensaje, Hannie y Min todavía no llegan.

Suspiro aliviado, acelero mi paso observando la ubicación que me envió vuelvo a colocar el celular en mi oreja.

—Llego en diez.

—Te espero.

Diez minutos después me encuentro en medio de la ciudad, intentando ver la cabeza rubia de Hyunjin. Lo veo ponerse de pie a unos cuantos metros de mi, levantando sus brazos para llamar mi atención.

Que hermoso de ve con esa camisa.

Me recibe en sus brazos y aprovecho nuestra cercanía para oler su perfume, levanto mi vista hacia él y me inclino para besar sus labios. Un carraspeo se escucha, me aparto de Hyunjin acomodando mi ropa y mirando a sus dos amigos que acaban de llegar.

—Jeongin, ellos son Minho y Jisung, mis mejores amigos.—Observo a Minho, quien sonríe tomado de la mano de su novio.
Y no puedo evitar sentir pánico al ver el chico de la tienda de lencería frente a mi.

Me mira con sus ojos abiertos con sorpresa y finalmente me sonríe.

Que alguien me mate.