DELICATE // HYUNIN.

36 parte II

El sonido de nuestros cuerpos chocando es malditamente excitante, muevo mis caderas contra él, mientras sus manos se aferran con algo de fuerza en mi cintura.
Sus gemidos son como música para mis oídos. Sus labios vuelven a atacarme mientras sigue moviéndose dentro de mi.
El sudor baña nuestros cuerpos en la oscuridad de la habitación.

—Voy a venirme.— Murmuro desesperado pero él se detiene, haciendo que todo mi cuerpo tiemble ante su lejanía.—¿Y eso a qué vino?.

—No puedo dejar que te vengas todavía.—Sus labios van bajando, su lengua juega con mis pezones mientras sigue deslizandose lentamente hacia abajo.—¿Tengo permiso de bajar?.

Hijo de puta.

¿Por qué me habla así?.

Asiento con mi cabeza, el calor sube por todo mi cuerpo hasta posarse sobre mis mejillas.

—Hyunjin...

Sus mano se posa en mi miembro, haciendo un leve movimiento que me hace arquear la espalda.

—Deberiamos cambiar de lugar.—le pido, conectando mi mirada a la suya.

—No, ya te dije que tú cuerpo está muy lastimado como para que...

—Por favor.

—Ya dije que no.

Doblo mis rodillas, juntandolas entre sí, impidiendo el paso de Hyunjin hacia mi.

—Entonces yo tampoco quiero.

Me mira enarcando una ceja.

—¿A qué viene todo esto?.

Gatea sobre la cama hasta llegar a mi lado, dejándose caer. Pasa una de sus manos por mi pecho, intentando seducirme una vez más.

—Amor...

Amor...

No, no puedo caer tan fácil.

Se inclina hacia mi, pero en un rápido movimiento vuelvo a tumbarlo, subiendome sobre él.

—Jeongin.

—¿Por qué no me puedo divertir?.

—Apenas podés moverte, no quiero que te lastimes mas.—Aparta sus ojos de mi. Me deslizo hacia abajo, viendo como él sigue sin mirarme.— Que ni se te ocurra.

—¿O qué?.

Antes de poder responder, meto su pene en mi boca, obligandolo a cerrar sus ojos con fuerza. No puedo evitar soltar una risita.

Deslizo mi lengua por el tronco, haciendo leves presiones y volviendolo a meter todo en mi boca.
Tira su cabeza hacia atrás, una de sus manos se posa en mi cabeza, y me puja para meterlo aún más adentro.

Suelto un gemido y es entonces que me mira.

—Mira esa carita de tierno.—dice pellizcando mis mejillas.—Quien diría que con esa cara haces todas estas...¡Mierda Jeongin!.

Acelero los movimientos de mi mano, ayudando con mi boca y viendo como se retuerce en la cama. Sus dedos presionan con fuerza mi cabello, sus gemidos son fuertes y roncos.

Se escucha tan bien...

—¡Creo que...!.

Si... Así es.

—no te detengas... Por favor.

—¿No que no querías?.

—Me vengo, me vengo...—Avisa ignorando mi burla.

El agua caliente envuelve mi cuerpo, apoyo mi cabeza en el mármol frío de la tina, viendo como la puerta se abre de repente.
Me mantengo tranquilo, viendo a Hyunjin caminar desnudo hasta mi, se mete junto conmigo sin decir una palabra.

—Esta hirviendo.—Dice minutos después.— Tu cuerpo está rojo.

—Ajam.

Me muevo por el agua, sentandome en el hueco de sus piernas y dejándome caer sobre su cuerpo. Él me recibe sin problema, dejando un corto beso en mi cuello.

—¿Algo te duele?.

Niego con mi cabeza. Sus labios vuelven a besar mi cuello.

—No hagas eso, ya tuvimos sexo dos veces seguidas.— Murmuro en voz alta.— Y creeme que soy muy fácil cuando se trata de ti.

—Es bueno saberlo.—Murmura de regreso.—Entonces no creo que haya problema si te masturbo aquí,¿No?.

Mis mejillas vuelven a encenderse. Todavía no me acostumbro a que me hable de esa forma.

—Si lo hay, los dos sabemos que no va a ser solo una manoseada.—Digo.— No vamos a detenernos hasta que...¡Hyunjin!.

—Eso es, grita mi nombre.

—¡Quita tu mano de ahí!.

—¿Por qué no la quitas tú?.

Mis piernas tiemblan.

—Eso creí.