Termitas

176 26 6
                                    

Explicarles a sus amigos que acababa de vivir un robo, peleó contra el ladrón y salvó a una viejita vendedora no era la conversación que Yamaguchi se hubiese imaginado tener mientras todos comían los bocadillos que había "comprado". 

-¡¿Que hiciste qué?!

Gritaron Suga y Daichi, ¿cómo era posible que ir por unas gomitas termine en una pelea digna de historietas?

-Ya luego llegó la policía y la tendera me regaló lo que teoría iba a comprar.

-¡Eres genial Yamaguchi! 

-¿Casi ser disparado te parece genial, Hinata?

-¡No esa parte Daichi-san! ¡Me refiero a que fue muy valiente!

-¡Eso eso! ¡Lo que dijo Shoyo!

-No te le unas Noya.

-Pero Suga-san, ¡Se enfrentó a un ladrón! ¡Sólo! 

-¡Eso es peligroso!

-Bueno, bueno, ya, si ya acabaron de comer entonces lávense y duerman, mañana estaremos despiertos a más tardar las 7. 

Un quejido de todo el equipo se escuchó hacia su capitán. Era divertida la conversación. 

-Ahora.

Dijo mirándolos seriamente. No tuvieron otra opción que obedecer. 

Ya todos habían ido al baño, y la mayoría se encontraban metidos en las cobijas de sus futones, a punto de dormir. Sólo faltaban Tsukishima y Yamaguchi. Estaba a punto de entrar al cuarto, pero un tirón de la muñeca lo hizo detenerse. 

-¿Eh? ¿Tsukki? ¿Está todo bien?

-Sí, sólo, ¿estás bien?

-¿Yo? Sí, claro, ¿por qué lo dices?

-Ya sabes, por el robo, no te pasó nada, ¿cierto?

Yamaguchi se terminó de voltear a ver a su amigo. Tenía la mirada baja, como si quisiera esconder algo.

-Estoy bien, casi como nuevo.

-¿En serio? Te conozco, ¿dormirás tranquilo?

Pensó un poco en lo que le dijo. No se había tomado el tiempo de verdaderamente saber cómo se siente. Fue aterrador. Desde el tiroteo en la calle, pasando por el incendio y ahora casi ser herido por una bala. No había notado el miedo que sentía. El peligro en el que estaba. 

-Bueno, o sea, sí fue un susto bastante grande, pero creo que estoy bien, sí, debo estar bien...

-No tienes porque fingir conmigo, lo sabes. 

Se miraban a los ojos. Y no se había dado cuenta de cuando se acercaron. Había bajado la cabeza para volver a sumirse en sus pensamientos. 

No sabía con certeza qué sentía. No sabía si seguía alterado, o si es que lo había dejado pasar. Era tan confuso. Sí, cuando se metía en su rol de héroe todas esas cosas pasaban a segundo plano, pero, ¿en verdad debían estar en segundo plano? Cada que salvaba a alguien, o usaba sus poderes ponía su vida en riesgo. Desde recibir heridas mortales, balas, amenazas, y si pasaba a un pensamiento más profundo, que lo descubran. No se había planteado todas esas cosas. 

-Yo... bueno yo...

Quería llorar. Tener otro paquete de gomitas y meterse bajo sus cobijas, y, a pesar de que ame sentirse especial, despertar y saber que fue un sueño, hermoso, pero irreal. 

Tsukishima observó el estado de su amigo, notaba que no había terminado de digerir el pánico. No sabía porqué lo hizo. Si fue un impulso, una tontería o algo estúpido, pero, soltó la muñeca de Yamaguchi y subió su mano a su mejilla. Haciendo que su amigo levante la mirada. Sus ojos conectaron, y el rubio supo lo que necesitaba. 

¿¡Un Héroe!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora