Cosquillitas avisadoras de peligro

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-¡No te pongas así, Yamaguchi! 

-¡Claro que me pongo así! Me expuse yo solo en televisión nacional, hablando mal de la policía, del gobierno e inventando un nombre de la nada, ¡cómo no me voy a poner así!

-¡Pero si el nombre es genial! 

-¡Significa literalmente "hombre araña"! ¿Puede ser menos creativo?

-¡Pero imagina! ¡Te van a llamar "El Increíble Hombre Araña"! 

-Para eso debo ser increíble... 

Susurró para sí mismo entrando en el aula del club de vóley. 

Esperó poder ignorar un poco del caos que se desataba en su mente, había arruiando todo. Quería ser un héroe en las sombras, no tener los reflectores. 

-¡Yamaguchiiiiiii! ¿Lo viste? ¿Lo viste?

Gritó Hinata corriendo hacia él. 

-¿Ver qué, Hinata?

Preguntó fingiendo demencia. ¿Él? ¿Ver algo? ¡Nahhhhh! ¿Cómo cree?

-¡El superhéroe! ¡Hay un superhéroe en Japón! ¡No sólo en Japón! ¡Justo aquí!

-¿En serio? ¡No te creo! 

Dijo rascando su oreja. La demencia era el mejor camino.

-¡No puedo creer que en serio no hayas prendido las noticias ayer! ¡Después de un intento robo en el banco, a plena luz del día, el superhéroe apareció! Tenía un traje azul y rojo, y parecía una araña, ¡les dio palo a las autoridades! ¡Fue... fue... ¡WHAAA! 

-¿Whaa?

-¡Sí! ¡Nada lo puede describir mejor! 

-¿Cómo se llama?

-¡Spiderman!

Ay le dio en la vergüenza ajena. No podía acostumbrarse a ese nombre, al menos no mientras le siga sonando ridículo, redundante, y demasiado obvio. 

Tsukishima lo veía de lejos, era extraño. ¿Yamaguchi no se enteró de un superhéroe? ¿Él? ¿El señor fanático de los héroes? Algo no cuadraba. Veía su expresión, lo conocía hace años, muchos años, sabía a la perfección que ocultaba algo. No lo iba a encarar en ese momento, lo haría después. Pero aún así, verlo jugar con su oreja de nuevo, le confirmaba que mentía, y mentía a lo grande. 

-Bueno, chicos, el torneo de primavera está a la vuelta de la esquina. 

Dijo el profesor Takeda llamando la atención de todos. 

-El torneo les tomará tiempo, energía y mucha fuerza mental. No dejen sus estudios para el final. Luego se perderán de entrenamientos importantes. Y sí, los estoy viendo a ustedes, Kageyama, Hinata. 

Ambos respingaron. 

-Bueno, tendremos dos partidos, si los ganamos pasaremos a las preliminares de octubre para elegir el representante regional. Si queremos llegar al torneo debemos vencer al Aoba Johzai, y claro, al Shiratorizawa. 

Se sentían determinados, ya habían tenido una probada de su rival declarado. 

-Sin embargo... Nunca sabrán a qué se enfrentan. Puede que haya otros prodigios en sus rivales, así que... no den ningún partido por asegurado. ¿Entienden? 

-¡Sí! 

Excalamaron en grupo. 

-Bien, entonces, pueden ir a sus casas, descansen, y nos vemos mañana. Saldremos directo a la sede del torneo. 

¿¡Un Héroe!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora