Poste eléctrico

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Los exámenes en Karasuno no eran los más simples. Quitando el hecho que era la preparatoria, y no más la escuela media, estar en las clases de preparación universitaria no lo facilitaban. 

Por lo menos eso sentía con la desastrosa Biología II, y su maldita pregunta sobre la diferencia entre genotipo y fenotipo. Sí, se esforzaban en hacer las cosas complicadas. 

Pero, de todas esas cosas que podrían correr por su cabeza en vez de una respuesta coherente a la pregunta escrita en el papel lo único que podía pensar era en el entrenamiento en Tokyo. Las semanas pasaban volando mientras resolvía crímenes menores, estudiaba y entrenaba. Sentía que se estaba volviendo un caos. Pero quizás un caos que aprenda a manejar.

Aunque, el caos sería incontrolable si no contestaba a la pregunta en los próximos 5 minutos, tiempo en el que acaba el examen. 

"El genotipo es el conjunto de genes en el código genético o ADN, mientras el fenotipo es la expresión de rasgos físicos de una persona."

Y así con unos segundos de anticipación terminó de escribir la respuesta a la última pregunta de su prueba. ¿Qué le quedaba? Rogar porque sea correcto y obtener un 90. 

Odiaba la biología. 

Entregó la hoja a su docente y salió del aula para esperar a Tsukishima. Al rubio no le gustaban las multitudes. 

-¿Cómo te fue, Tsukki?

Le preguntó cuando alcanzó su ritmo. Casi se iba sin él. 

-Lo normal.

-Es decir, ¿perfecto?

-Ya vas a empezar, Yamaguchi.

-¡Insisto que no es justo! ¡Tienes una extraña habilidad para todo! 

-Y yo insisto que no es verdad. 

-Pregúntale a cualquiera.

-¿Crees que me importa la opinión de "cualquiera"?

-Tienes un punto, pero igual, déjanos algo a los pobres que no tenemos tu mente de cerebrito.

-Tu promedio es una décima más bajo que el mío.

-¿Y? Estoy siendo dramático, déjame quejarme después de un examen tan horrible.

-Cállate, Yamaguchi.

-Perdón, Tsukki.

A pesar de que Tsukishima pueda ser hostil con la mayoría de personas, sabía que con él era distinto. Sabía que no se lo decía con malicia, y era lo que hacía que sea divertido hablar con su rubio. 

Ese día por exámenes no tendrían clubes, sólo quedaba ir a sus casas y seguir estudiando. 

-¿Estudiamos en mi casa?

Preguntó Tsukishima, dejándo a Yamaguchi estático y sorprendido.

-¿Quieres que vaya a tu casa? Digo, me encanta ir, pero ¿estás seguro?

-Si te lo digo es por algo Yamaguchi, además...

Dijo deteniéndose en los pasillos desiertos de la escuela.

-...Me siento mal por cómo te grité antes de entrar a clases, la verdad, quiero que vengas a mi casa. 

¿Desde cuándo Tsukishima exteriorizaba sus sentimientos? ¿Tenía sentimientos?

-¿Desde cuándo te disculpas, Tsukki?

-Cállate Yamaguchi.

-¡Lo siento, lo siento!

¿¡Un Héroe!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora