A Japón le hacía falta un superhéroe.
Pero de todos los que podían ser, ¿tenía que resultar él?
¡¿ÉL?!
Eso sentía Yamaguchi quien aún no entendía qué había pasado pegado en las paredes de su cuarto.
¿Por qué no sólo podía tener una adolescencia nor...
Yamaguchi no sabía si es que a los dos tontos que correteaban a su alrededor les faltaban un par de conexiones sinápticas, o simplemente querían divertirse. Le gustaba pensar que era la segunda. Hinata y Kageyama eran, como mínimo, extraños. No le importaba que tuvieran sus infantiles riñas como que la leche con chocolate es mejor que la leche sola, tampoco le molestaban los gritos que lo rodeaban. Podía con dificultad distinguir un "Bakeyama" y a veces también un "¡Idiota, Hinata, idiota!".
-¡Te digo que es mejor con chocolate, Bakeyama!- Gritó Hinata mirando a su eterno rival.
-¡Y yo que es mejor la leche sola!
-¡¿De qué te sirve sola si le pondrás cereal encima?!
-¡El cereal va antes que la leche, idiota!
-¡Va después!
-¡Antes!
-¡Después!
-Por primera, y espero que última vez, concuerdo con el rey, zanahoria, el cereal va antes.- Dijo calmado Tsukishima mientras levantaba a duras penas la mirada del libro que tenía en frente. -Ahora, cállense si quieren que los siga ayudando a aprobar sus exámenes, idiotas.-
El dúo dejó su pelea mirándose por el rabillo del ojo, claramente molestos. Aún así, se sentaron en frente del rubio, quien intentaba sin mucho entusiasmo explicarles inglés y literatura.
Yamaguchi aprovechó el momento para hacer su tarea de Biología II, presentía que en la tarde no tendría mucho tiempo para concentrarse en sus estudios. Últimamente en Japón, sobretodo en su prefectura, había un aumento de crímenes. Era extraño, por que no había un cambio de gobierno, ni un próximo evento importante. Tampoco había bajado la tasa de empleos, ni aumentado el índice de pobreza. Algo era extraño, algo había cambiado y parecía que él era el único en darse cuenta.
Biología no era su materia favorita, quienes lo conocen lo saben. Por eso desconcertó a sus acompañantes el empeño en terminar la asignación que el maestro les había dejado. Tres pares de ojos lo observaban mientras mordía levemente la tapa del bolígrafo azul que usaba para contestar las preguntas sobre genética. No entendía bien el genotipo, ni el fenotipo, tampoco la probabilidad, pero le interesaba llegar a las mutaciones. Para eso necesitaba entender bien todo lo que va antes.
-Tsukki, ¿Cuál es la diferencia entre...- La mirada de sus amigos lo descolocó.- ¿Están bien?
-¿Desde cuando te esmeras en biología?- Le preguntó el rubio.
-¡Eso, eso! ¡Nunca te había visto resolver con tanto ánimo algo de eso!- Exclamó su amigo pelirrojo.
¿Cómo les explicaría que quería ver si su adn se había fusionado con una araña radioactiva de dudosa procedencia?
-Mejorar el promedio.- Respondió mientras rascaba la parte posterior de su oído. Sintió la curita que aún permanecía pegada a su piel y la acarició un poco, había olvidado por completo su pequeña herida. Sonrió para ser aún más convincente. Parecía que a Hinata y Kageyama les bastó lo que dijo, pues volvieron a mirar sus libros tratando de entender lo que dicen los refranes, y escribir "Ayer me fui a jugar voleibol con mis compañeros" en inglés. El único que pareció insatisfecho con su respuesta fue Tsukishima, quien lo miró algunos segundos antes de volver a concentrarse en su tarea.
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