A Japón le hacía falta un superhéroe.
Pero de todos los que podían ser, ¿tenía que resultar él?
¡¿ÉL?!
Eso sentía Yamaguchi quien aún no entendía qué había pasado pegado en las paredes de su cuarto.
¿Por qué no sólo podía tener una adolescencia nor...
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-Yamaguchi, esto es lamentable.
Le dijo Yachi mientras veía con desagrado su muy mal cosido traje.
-¡No está tan mal!
-Sí, sí lo está, se estpan soltando las costuras, y está mal teñido.
-No soy costurero.
-Yo tampoco y puedo hacer algo mejor.
-Te reto.
-Dame 20 minutos.
Salió corriendo de su habitación hacia quién sabía dónde.
Se habían reunido con la excusa de estudiar para los exámenes de preparación superior a pesar de que no los tendrán en ese ciclo escolar, sin embargo, su concentración duró de poco a nada cuando husmeando en su mochila, Yachi sacó su traje de héroe. Después de muchas criticas, aceptó arreglarlo.
No estaba del todo seguro si es que era buena diea seguir siendo un héroe, si era completamente sincero. Estaba reconsiderando su desición. Quizás había entrado en un mundo que lo superaba por completo. Sí, fue entretenido, pero fue el doble de peligroso, riesgoso e infartante. La excusa de "por la anécdota" se estaba quedando mucho más corta de lo que había esperado.
No sabía si es que lo que estaba haciendo estaba bien, o era un completo error. ¿Cuál es el límite entre los que puede o no salvar? ¿Depende de dónde esté? ¿Depende de la hora? ¿Eso no es injusto?
Intentaba salvar a las personas, pero, ¿si no querían ser salvadas?
Esos pensamientos lo hacían llegar al borde de querer renunciar, fingir que nada pasó, que su aumento de fuerza era sólo causa de su arduo entrenamiento, y que si se pegaba al suelo era culpa del chicle.
Pero luego recordada a la tendera de Tokyo, a la familia del incendio, a la señora escondida detrás del coche en la balacera de la madrugada, y pensaba, si no estaba hí, ¿todos ellos habrían muerto?
Y la respuesta era muy probablemente, sí.
-¡Ya llegué!
-Bienvenida.
Dijo sin ver a su amiga que había regresado.
-¿Qué diablos?
Preguntó cuando levantó la vista y se topó con metros de tela el doble de alto de Yachi de colores azules, rojos, rojos brillantes, azules brillantes, negros, negros brillantes, malla blanca, y plástico.
-¡Todo lo que necesiatmos!
-¿De dónde sacaste el dinero?
-Me lo dió mamá, le dije que era para el proyecto. No sé cómo vamos a incluir esto en la maqueta, pero de alguna manera lo haremos.
