The Dead Skin

Claudicación

"Apology's a policy,

Sometimes It really has to be, it's kept me afloat thus far..."

En contra de sus deseos y de las firmes intenciones de mantenerse alerta, Kanon finalmente había caído rendido en un reparador sueño que no le abandonaría hasta después de unas largas horas. Un sueño que había estado plagado de imágenes y palabras confusas. Un sueño donde apareció Saga.

Como siempre...

Saga siseándole en el oído palabras de traición, acompañadas de una triste sonrisa que Kanon nunca antes le había conocido. O que no podía recordar.

Saga instándole a conspirar contra Athena, tal y como había hecho él mismo trece años atrás, ganándose así el encarcelamiento en su primera prisión. Mucho más húmeda y devastadora que la que le guardaba en esos momentos.

La voz de Saga, serpenteando por su dormida mente...profiriéndole palabras de acordado olvido, demandándole la unión de sus fuerzas en un cometido que se presentaba oscuro y confuso. Indescifrable...Aterrador.

"Kanon...Kanon...hermano...olvidemos nuestras disputas y unámonos a Hades...los dos..."

Kanon cerró los ojos con más fuerza aún, revolviéndose encima del catre que cobijaba su cuerpo hecho un ovillo. En un maquinal movimiento, se giró sobre el lecho de piedra, como si el simple hecho de cambiar de posición su sueño, se fuera a desvanecer la tortuosa imagen de Saga en su mente, y la persistente voz que se filtraba en cada atisbo de razón que aún conservaba su espíritu.

"Tenías razón Kanon...siempre la tuviste...aunque yo me empeñara en no querer seguirte...aunque vilmente te castigara por ello..."

"Basta Saga...basta ya...tú estás muerto..."

"Pero Hades me ofrece una nueva vida...una nueva oportunidad para acabar con Athena..."

"Cállate...maldito..."

Otro instintivo movimiento dejó a Kanon boca arriba, con un brazo cubriendo sus aún dormidos párpados.

"Y deseo hacerlo a tu lado...hermano...tomar la cabeza de Athena juntos...como me pediste una vez...Kanon..."

"No...Saga...yo estaba equivocado..."

"Nunca lo estuviste...en el fondo lo sabes...unámonos...luchemos juntos...ofrécete a Hades...y venzamos..."

- ¡No!

Kanon se despertó de golpe, incorporándose sobre el duro lecho como si alguien hubiera tirado de él, con la respiración acelerada y la piel cubierta de frío sudor. Aún le parecía estar escuchando la voz de Saga susurrándole al oído, y con una rápida radriogafía de su mirada alrededor, corroboró lo que su mente ya sabía, pero que a veces parecía olvidar. Saga no estaba allí...no podía estar allí...pero esa voz...su voz llamándole en sueños se había presentado demasiado nítida, asquerosamente real...

Pero no podía ser real. Todo había sido fruto de sus habituales pesadillas. Debía ser éso...o que ya estaba perdiendo la razón por completo.

En su abdomen aún podía sentir un pequeño atisbo de dolor, pero nada comparado con el que había sufrido el día anterior. Rindiéndose a un infantil impulso, se alzó la camiseta que ahora cubría su cuerpo, y observó el vendaje que rodeaba su torso, descubriéndolo limpio, sin rastros de sangre en él. Parecía que las curas que le había ofrecido Radamanthys habían funcionado a la perfección. Pero sus fuerzas...su poder...aún seguían sin dar ninguna muestra de su presencia. Haciendo uso de toda su concentración, intentó hallar algún indicio de su cosmos, y con él poder llamar a la armadura que fielmente le seguía observando a través de la barrera de la reja, pero le resultó imposible. Allí no aparecía nada más que su propia respiración y los improperios de impotencia que lanzaba a los cuatro vientos, ignorando por completo que hacía ya un buen rato que no estaba solo.