♦ Vizconde Lotteshu

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En el último banquete de Año Nuevo, Rashta se encontraba en el salón con varios nobles mientras que en salón de las Rosas se llevaba a cabo un banquete especial exclusivo para algunas personas

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En el último banquete de Año Nuevo, Rashta se encontraba en el salón con varios nobles mientras que en salón de las Rosas se llevaba a cabo un banquete especial exclusivo para algunas personas. Tanto el Duque Kapmen como Heinley estaban ahí.

Faith suspiro recordando los últimos días y su charla con el Duque Relish, ya tenían un plan poniéndose en marcha. Claro, que ella no iba hacer todo lo que decía, Jurian, gratis. Si él quería que se hiciera pasar por su hija, ella cuando necesitara algo o de su ayuda se la daría sin ninguna objeción. También acordaron que una vez que se evite que Navier y Heinley se casaran, que Sovieshu siga siendo un Emperador lucido, etc, etc... ella inmediatamente intercambiaría cuerpo con Rashta y volvería a su mundo.

Parecía un trato justo, la verdad no todos los días tenías la oportunidad de estar en tu novela favorita y tampoco era tan imprudente de considerar quedarse en ese mundo sabiendo que tenía una familia que se preocupaba por ella. Su vida no estaba en un mundo de fantasía y su mentalidad era mucho más moderna. El machismo, el trato de la sociedad y las mujeres siendo un objeto de reproducción y nada más, era algo con lo que ella no podría soportar. Ayudaría a Jurian para cumplir con su objetivo, conocería a sus personajes favoritos y volvería a su mundo.

Simple y sencillo.

Y dejaría que Rashta conociera la experiencia de vivir en el siglo XXI, solo esperaba que no estuviera haciendo el ridículo en su cuerpo.

Luego recordó la charla con Jurian y Kapmen.

—Primero lo primero —dijo Faith llamando la atención de Jurian y Kapmen—. Hay que mejorar la reputación de Rashta ante que el Vizconde empiece a difamarme por ser una esclava. Segundo, tengo que salir del palacio una vez que el embarazo comience a notarse. Y tercero, tengo que recuperar a Ian antes que ese viejo zorro comienza a chantajearme con él —vio la mirada de confusión de Jurian—. El hijo de Rashta, tu nieto.

—¿Y cómo vas a hacer eso? —pregunto Kapmen por las ideas un poco descabellada de la joven.

—Vamos, Duque —corrigió la joven de cabello plateados—. Dentro de poco, se organizará el último banquete de Año Nuevo donde irán todos los nobles —reveló—. El Emperador y la Emperatriz harán aparte un banquete especial para ciertas personas donde estarán invitados el Duque Kapmen y el Príncipe Heinley —le lanzo una mirada a Kapmen—. Mientras que yo estaré en otro salón con varios nobles incluido el Vizconde Lotteshu.

Paseando por el salón de banquetes saludando a los nobles, Faith pensaba que lo único que había rescatado de los últimos días es que Sovieshu había permitido de que Sarah -una sirvienta de la cocina- sea su dama de compañía aparte de Lady Cherini y la Vizcondesa Verdi. Debía admitir que aquella mujer joven y su hijo, Henry, se habían ganado su cariño. Con la integración de Sarah al grupo de dama de compañía, Sovieshu había ganado varios puntos a favor.

«Ahora entiendo porque a Rashta le gustan los cumplidos, con esta apariencia te sube el ego». Pensó ella escuchando disimuladamente varias conversaciones sobre Rashta.

¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora