Rashta se encontraba en la oficina del Emperador, había pasado días desde que Sovieshu y Navier habían vuelto de la villa y este no la había convocado. Ahora de una forma urgente y misteriosa se encontraba allí mirando a Sovieshu caminar de un lado hacia al otro mascullando a lo bajo.
—Hace tiempo que no me llama, su majestad —dijo ella intentando llamar la atención del hombre para sacarlo de sus pensamientos.
—Tuve un enfrentamiento de palabras con la Emperatriz —dijo Sovieshu deteniéndose abruptamente después de haber caminado de un lado para el otro.
Rashta arqueo una ceja.
—Pelearon —afirmó ella.
—Enfrentamiento de palabras —corrigió él.
—Que de otra forma se dice que pelearon, ya entiendo porque la urgencia de su llamado —dijo ella cruzándose de brazos—. ¿Qué paso esta vez?
—La Emperatriz está mostrando su interés en lo extranjeros.
—¿Hubo alguna clase de comportamientos que te hizo entender eso?
—La vi hablando con el Duque Elgy y este se veía muy cómodo —declaró Sovieshu.
Faith tuvo que morderse el labio para no reírse, hacia días que había un rumor de una posible aventura clandestina escandalosa entre Elgy y Heinley, por lo cual no podía creer que Sovieshu no estuviera al tanto cuando por todo el palacio se hablaba de eso.
—¿Y solo por verla hablar con el Duque Elgy asumes que hay un posible interés personal? —inquirió Rashta.
—Con los hombres que la he visto interactuar provienen del Reino Occidental, de Rawbit y Bohean Azul.
Rashta lo miro con negación.
—Con el respeto que le digo esto es que lo primero que tiene que hacer es dejar de juzgarla por cualquier cosa que haga, que interactúe con otros hombres no significa nada —explico ella—. Es la Emperatriz y la mitad de los funcionarios que se encargan de ayudarlo a gobernar en el Imperio Oriental son todos hombres, es obvio que va hablar interactuar con otras personas que no son mujeres cuando se trata del Imperio y de recibir a extranjeros.
Sovieshu abrió la boca para luego cerrarla, porque Rashta demostró un punto bastante razonable.
—Volví a arruinarlo —suspiró él—. Cuando en realidad le dije a Navier que quería volver a tener la relación de cuando éramos jóvenes.
«No me digas». Pensó Faith sarcástica.
La joven de cabellos plateados mientras soltaba una suave risa.
—Mi consejo es que se disculpe con la Emperatriz por el malentendido —aconsejo ella—. Y no se preocupe por el Duque Elgy o el Príncipe Heinley.
—¿Por qué dices eso? —pregunto Sovieshu mirando a Rashta con confusión.
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¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼
FanfictionFaith Eva Morris tenía su vida planeada, graduarse de la universidad, disfrutar su vida al máximo y si encontraba el amor, bienvenido sea. ¡Pero nadie le advirtió de la posibilidad de reencarnar en una novela coreana como "La emperatriz divorciada"...