Un día antes del cumpleaños de Navier.
La Emperatriz se encontraba acompañada de la Condesa Jubel, yendo al palacio central donde pronto partirían a su viaje a la villa.
Allí, se encontró con Sovieshu hablando con Rashta y el Duque Relish. Observo como Rashta le susurraba algo a Sovieshu y este como respuesta simplemente le sonrió. Luego, el Emperador se dio media vuelta y la miro notando su presencia.
—Emperatriz —dijo el Emperador mirándola a los ojos—. ¿Lista para nuestro viaje?
—Por supuesto —contestó Navier fríamente.
Ante el breve silencio, Jurian habló.
—Emperador, Emperatriz —llamo él—, yo y mi hija nos retiramos.
—Esperamos que su viaje sea ameno y lleguen sin ningún contratiempo —dijo Rashta amablemente.
Navier encontraba la situación irreal. Esperaba que Rashta armara alguna especie de berrinche para evitar que Sovieshu se fuera con ella. Sin embargo, la joven de cabellos plateados se encontraba en frente de ella mostrando serenidad como si fuera cualquier otra persona, menos una concubina.
«Cada vez entiendo menos la actitud de ellos». Pensó Navier mirando a Sovieshu a su lado y luego a Rashta que se alejaba de poco junto al Duque Relish.
—¿Qué fue lo que le dijiste al Emperador? —pregunto Jurian mirando a Faith.
—Nada importante, solo un consejo para que tenga en cuenta.
—Acordamos nada de secretos.
Rashta rodo los ojos.
—Solo le dije que sea bueno con la Emperatriz, intento que la relación de esos dos mejore —explicó ella sencillamente—. Luego si ellos quieren separarse en su decisión, lo cual, igual dudo teniendo en cuenta que yo ya no estoy en el juego de la concubina mala.
—Al menos que ahora sea Kapmen el concubino malo que intente separar la Emperatriz del Emperador —sugirió Jurian sonriendo.
Faith estallo en carcajadas, ella había pensado exactamente lo mismo. La idea de que Navier se enamorara de Kapmen no era mala, después de todo cuando leía la novela, los había shippeado por un breve momento.
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¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼
FanfictionFaith Eva Morris tenía su vida planeada, graduarse de la universidad, disfrutar su vida al máximo y si encontraba el amor, bienvenido sea. ¡Pero nadie le advirtió de la posibilidad de reencarnar en una novela coreana como "La emperatriz divorciada"...