Cuando Navier salió del Salón de las Rosas, se dirigió al gran salón de banquetes donde había prometido reunirse con Laura. Como Emperatriz tenía que ver a los otros invitados y cuando el sol se escondiera tenía que inspeccionar los fuegos artificiales.
Sin embargo, al entrar al gran salón de banquetes se encontró que el ambiente era demasiado animado y ruidoso. Generalmente, la gente se cansaba de las celebraciones que duraban días. La mayoría normalmente se arreglaba para el ultimo día, pero la situación del momento la tenía confundida.
Observo como Laura se acercaba rápidamente a ella.
—Su majestad, ¿se enteró? —dijo Laura.
—¿Qué paso? —Navier miro a su dama de compañía—. He estado en el salón de la Rosas, así que no sé qué ha pasado.
—Puede escuchar mientras come —dijo Laura con emoción mientras dirigía a la Emperatriz cerca de una mesa con muchos postres—. Se trata de Rashta. ¿Recuerda el rumor de que ella es una esclava fugitiva?
Navier frunció levemente el ceño, se encontraba reacia de hablar sobre la concubina del Emperador.
—Sí, pero no es tema que sea indicado de volver a hablar —dijo ella.
—¡Ella realmente es una esclava! —exclamo Laura—. El mismo Vizconde Lotteshu lo declaro.
—¿El Vizconde Lotteshu? —inquirió Navier.
—Sí, ella era su esclava y escapo —contestó Laura—. Aunque la situación es confusa porque Rashta se encontraba confundida, seguro que es por su falta de memoria y le dijo al Vizconde que tenía mucho valor para decirlo sin ninguna prueba.
—¿Ella dijo eso? —Navier miro a Laura con un poco de sorpresa, porque desde hace un tiempo que había notado el cambio drástico de Rashta. Podía decirse que el comportamiento de esta era mucho más tranquilo y maduro más cuando le respondió al Príncipe Heinley negando que era su compañera de cartas.
—Así es, como no estaba el Emperador para detener al Vizconde, ella misma se defendió —dijo Laura también sorprendida—. Y la situación se volvió más interesante cuando por primera vez el Duque Relish hace acto de presencia y defiende a Rashta diciendo que es su hija perdida. Ahora todos están debatiendo si creerle a Rashta y al Duque o al Vizconde Lotteshu.
Ante tal declaración, Navier quedo desconcertada. Siempre considero que el Duque Relish era un misterio por su falta de presencia, entendía que era una persona importante que había servido al Imperio más de una vez; pero se sabía muy pocas cosas de él. No creía que fuera un hombre imprudente para declarar a Rashta como su hija perdida.
«¿Desde un comienzo, Sovieshu, sabia de todo esto?». Se preguntó Navier.
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¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼
FanfictionFaith Eva Morris tenía su vida planeada, graduarse de la universidad, disfrutar su vida al máximo y si encontraba el amor, bienvenido sea. ¡Pero nadie le advirtió de la posibilidad de reencarnar en una novela coreana como "La emperatriz divorciada"...