Faith Eva Morris tenía su vida planeada, graduarse de la universidad, disfrutar su vida al máximo y si encontraba el amor, bienvenido sea.
¡Pero nadie le advirtió de la posibilidad de reencarnar en una novela coreana como "La emperatriz divorciada"...
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Faith como el Duque Kapmen se encontraban en un carruaje dirigiéndose a la taberna de Jurian. Este último había pedido reunirse en ese lugar para más privacidad sin dar ningún detalle más.
Por otro lado, la joven de cabellos plateados se encontraba pensativa. Ya que Jurian se había hecho el misterioso causando incertidumbre en ella, pero no solo era eso, sino que también estaba Koshar. Después de su primer enfrentamiento con este, no se lo encontró más para su suerte porque si no estaría tentada en provocarlo. Al ver a una persona dejarse llevar por una simple palabra era imposible no querer molestarlo.
Había posibilidades de que Navier lo tuviera vigilado después de que esta le diera la razón con respecto a las acciones de su hermano mayor. Sin embargo, algo que ella debía admitir es que el personaje de Koshar era impredecible, realmente con él nunca sabía lo que podía pasar.
Koshar podría estar tramando algo como si no.
—Cuando bajes del carruaje finge que no sabes de su presencia —indicó Kapmen seriamente.
Rashta miro al Duque Kapmen de forma confusa.
—¿De qué hablas?
—El hermano de la Emperatriz nos está siguiendo —reveló él.
—¿Cómo sabes esos? —inquirió ella—. Siento que acabo de invocarlo con el pensamiento.
—Precisamente por eso sé que nos está siguiendo —contestó Kapmen—. Estoy escuchando sus pensamientos cerca de nosotros. Al parecer desconfía mucho de la "antigua concubina" y al verme a tu lado piensa que andas seduciendo a los nobles.
Ante la declaración de Kapmen, Faith lo miro indignada.
—¡Ese maldito! —masculló ella por lo bajo—. Ahora se que todo muy lindo cuando lees y conoces personajes como Koshar y Heinley. Claro teniéndolos de tu lado, pero cuando son tus enemigos se hacen odiar fácilmente.
Cuando el carruaje se detuvo en frente de la taberna, primero se bajó el Duque Kapmen y luego Rashta. Ambos entraron encontrándose que el lugar estaba repleto de personas sentadas al lado de la barra, en sus mesas, hablado y riendo a carcajadas. Pasaron desapercibidamente por todas esas personas y se dirigieron por un pasillo donde hasta el fondo se encontraba la oficina de Jurian.
Al tocar la puerta, Jurian inmediatamente les abrió y los dejo pasar.
—Bueno... ¿Por qué tanto misterio? —preguntó Faith con impaciencia.
El Duque Relish la miro con el ceño fruncido.
—Hola, ¿no?
—Hola Jurian, ¿Cómo estás? Espero que bien... ¿Por qué tanto misterio? —dijo nuevamente la joven de cabellos plateados.
Jurian suspiro derrotado, luego se dirigió a su escritorio donde había una carta ya abierta y se la entregó a Faith. La joven leyó la carta unos segundos en silencio y una sonrisa apareció en su rostro.
