Unos brazos envolvieron su cuerpo con tanta llanez y libertad que no se esperaba. Era un embrace cuidadoso, como si la persona temiera que con la mínima fuerza su cuerpo fuera a derrumbarse como una figura de cristal.O al menos eso era hasta que los brazos se ajustaron y apretaron el agarre. Una fuerte ventisca la levantó del suelo junto con la figura. La facilidad con la que sucedió era tan irreal—no dudaba que pesara bastante, ¿entonces como parecía ser levitada como una pluma?
Pequeñas risitas provenían de el causante de lo reciente. Levantó a la chica y la dejó en pie de la superficie de gigante pared que rodeaba la ciudad. Ella no podía evitar notar la capa verde que cubría a la persona misteriosa, quien aún no la soltaba para no revelar aún no propia identidad.
Una vez se separó, Lillian pudo finalmente reconocer su rostro fino y ojos aqua. Era el bardo bebedor de la ciudad, lo había visto un par de veces, pero no al punto de conocerlo.
—¡Lillian eres tú!— mostró una sonrisa de dientes mientras daba pequeños saltitos. Su entusiasmo sería notable si el no los hubiera puesto en un lugar poco visible adrede.
—¿Como sabes mi nombre?— preguntó la chica algo fuera de lugar, no estaba extrañada por la interacción, si no por las acciones del bardo.El de cabellos oscuros tirando a verde azulado se congeló por un instante, pero pudo disimularlo al máximo para no ser tan obvio. Pero llevaba años inventando excusas para mezclarse más con los ciudadanos, su experiencia seguro lo sacaba de esta también.
—¡Que dices! Varias personas te conocen. ¡Me hablaron de ti y no pudiste ser mejor fuente de inspiración!— sus ojos brillaban mientras alzaba su puño al cielo, explicando de una manera para nada verídica sobre los hechos. —Soy Venti por cierto.—
El ex-dios anemo tomó asiento en el piso de piedra con la pared de respaldo. Palpando a su lado como señal a la contraria de que tomar asiento cerca suyo. Su energía no parecía tener una razón clara para la chica, pero no podía cuestionarlo.
—¿Me necesitabas para algo?— fue la primera conclusión a la que llegó Lillian. También fue lo único que se le ocurrió para continuar la conversación.
—¡Seamos amigos! Verás... como bardo necesito inspirarme para poder escribir mis canciones. ¡Un tiempo a tu lado seguro florecerá en una magnífica balada!— imitó con sus dedos el movimiento de una lira invisible. Lillian simplemente asintió con una sonrisa.Pero los ojos de Venti se vieron distraídos por el leve brillo que produjo un objeto algo sombrío. La visión. Su sonrisa flaqueó levemente. Duda o resolución, era difícil decir cual en ese momento. La recompuso casi de inmediato para no permitirse divagar demasiado en el tema de importancia.
—Así que eres una portadora de visión ¿Hm?— preguntó señalando al objeto mencionado con su dedo indicador.
—No exactamente. Solo está bajo mi posesión, en realidad no es mía.— Lillian lo tomó en manos y se lo pasó al bardo de verde. Cualquiera se hubiera confundido y demandado una reformulación de palabras, pero Venti ya sabía a lo que se refería. Después de todo, era un arconte.
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A Millenium of Years // Xiao x Reader
FanfictionEl tiempo puede ser despiadado varías veces. Un segundo dices hola y al siguiente no te da tiempo para despedirte. Su primer amor probablemente estaba destinado a la perdición-aún sigue siendo difícil recordar, y aún más superarlo. Pero ¿El destino...