—¿Que es esto? ¿Le mentiste?— cuestionó Xiao, intentando soñar lo más tranquilo, pero siendo incapaz de controlar la hostilidad de su comportamiento. Entregó el objeto del cual hablaba, la visión muerta, al dios de los contratos.Por la mañana, al despertar, Xiao había pedido quedarse con la visión cuando notó su existencia. Lillian se la regaló gustosa, comentando lo apropiado que sería para el conservarla como regalo de recuerdo.
Rex Lapis de repente sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando vio la antigüedad frente a el. Aún bajo el ardiente sol de Liyue, aún ante la altitud de la cima de Monte Aozang, pudo percibir el céfiro que emanaba del Yaksha.
Previamente se encontraba disfrutando de tiempo de calidad con Preservadora de Nubes, degustando un platillo especial. Y en cuanto ella se retira para dedicarse a sus invenciones, una neblina turquesa hace acto de presencia, dando lugar a Xiao con sus actuales preguntas.
Rex Lapis bajó la taza de té y tomó y dispuso de su guante, tomando la vision.
—Efectivamente, fui yo quien en su momento se la dió.— contestó examinándola a fondo, confirmando que todos los detalles fueran los que el reconocía. —Por contrario, ella en su momento de gloria, estaba completamente consciente que era falsa.—Al aplicar una leve fuerza de su poder elemental, la visión nuevamente deslumbró de vivacidad, justo como la gema de pedrería lo haría. Esta para su sorpresa no representó el color dorado que una vez consagró, si no el aquamarina que conocía muy bien.
Todo se solucionaba con el hecho de que sus especulaciones resultaron ser ciertas. Sin embargo, no podía digerir el concepto de desconfianza que seguramente, el Dios vecino le había demostrado. Y lo comprendía por completo, el también sería escéptico en cuanto a sí mismo si de Celestia se tratase.
—Firmé un contrato con ella en aquel entonces. Como prueba tangible, tienes aquí mismo ante tus ojos.— explicó devolviéndole con cuidado el objeto protagonista de la conversación.
—¿Cual fue el acuerdo?— preguntó Xiao, con el objetivo de saciar su curiosidad. Se sentía impotente; el pensaba que sabía todo de la que fue su amada, y miles de años después el destino le restregaba esa mentira en su cara.
Por otro lado, Rex Lapis le tenía aprecio a Xiao como un hijo, tanto como veía a Ganyu o otros Adepti. El consideraba que era tiempo de que el conquistador de demonios se desprendiera de su aflicción del pasado.
Xiao no lo demostraba, pero con su comportamiento lleno de inseguridades el mismo se encargaba de materializar los lazos de Karma que lo ataban.
—El contrato no terminó, Xiao.— el azabache tragó en grueso, sabiendo que lo que estaba por decir le dolería al Yaksha. Aún así, debía afrontar las cosas como son. —Lo terminaste tú.—
Aquellas palabras sonaron como una flecha directo a su corazón para el más bajo. Su semblante palideció, en el fondo sabía que era cierto, sabia que el era el culpable de su propia desdicha, pero se había acostumbrado a la sutilidad con la que casi nunca se tocaba aquel asunto.
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A Millenium of Years // Xiao x Reader
FanfictionEl tiempo puede ser despiadado varías veces. Un segundo dices hola y al siguiente no te da tiempo para despedirte. Su primer amor probablemente estaba destinado a la perdición-aún sigue siendo difícil recordar, y aún más superarlo. Pero ¿El destino...