MACABRA™ ✓ -DARYL DIXON-

|• Capítulo 4

⟨Richard⟩

Al día siguiente, los gallos de la señora Sainz empiezan a cantar, haciéndome despertar.

Me revuelvo en la cama y me tapo con la almohada pero todavía sigo oyendo esos chillidos de gallo loco.

Decido levantarme y me preparo, cuando estoy haciéndome la coleta, Arthur entra corriendo a mi habitación.

Le miro extrañada, pero esa mueca se va para dejar paso a una graciosa al entender la situación.

- ¡Arthur! ¿Dónde estás? - pregunta la vecina obsesionada con el mencionado, mientras va por el pasillo.

Rápidamente él se esconde bajo mi cama, justo en el momento en que la rubia se asoma por la puerta.

- ¿Has visto a Arthur? - me pregunta con ojos de cachorro.

Niego.

- No lo he visto desde la fogata - miento mientras acabo de echarme colonia.

Ella asiente y se va.

Cuando oímos la puerta principal ser cerrada, Arthur sale de debajo de la cama.

- Dios santo, llev huyendo de ella una hora - exclama pasándose la mano por la frente - Gracias - dice abrazándome.

- De nada, hermano oso - digo graciosa.

Él se aparta de mí y se tira en mi cama.

- ¿Sabes lo que vamos a hacer hoy? - me pregunta.

Ruedo los ojos y me tiro junto a él.

- Pues claramente se lo que vamos a hacer hoy, por eso soy la líder - le digo.

Arthur suelta una carcajada y se pone de pie.

- ¿Entonces...- dice.

- Iremos a por comida, suministros médicos y a por gasolina - le informo poniéndome las botas.

- ¿Iremos todos? - me pregunta poniéndome ojitos de cachorrito para que le diga que él no va.

- No - me limito a decir.

Él empieza a saltar como un conejo por toda la habitación, mientras no para de gritar: ¡Sí!

- Vamos, debemos de reunir a los fly - digo saliendo por la puerta.

Me sigue y cuando salimos al exterior Sara, la que está loca por Arthur aparece de la nada y le empieza a acosar.

- Os dejo, tengo cosas que hacer - digo divertida.

Él me mira con odio mientras que Sara me ignora.

Genial...pienso.

Veo a mis compañeros desayunando y me acerco a ellos.

- Hola - me saluda Ivy y después de ella todos.

- Hola - devuelvo el gesto.

- ¿Qué vamos a hacer hoy? - me pregunta Aquiles metiéndose una magdalena entera a la boca.