Un grupo de jóvenes ex-militares se enfrentan a un apocalipsis; Antártida que así se llama donde viven ellos, será un nombre legendario para muchos.
No sólo por su gente si no también por su ambiente.
Así que aprovecha y diviértete un rato con los f...
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⟨¡Cuidado el gato!⟩
Veo como el contador va subiendo cada vez más, mientras que a la vez miro la cara de horror de Aquiles.
- Creo que voy a vomitar - anuncia tapándose la boca.
- ¡Ni se te ocurra! - amenazo pasando a Valentina y a los hermanos - Como vomites te voy a tirar en marcha - aviso.
Levanta las manos en son de paz pero rápidamente se vuelve a sujetar.
- Recuérdame la próxima vez que yo debo conducir - avisa mientras rebota contra el techo.
- Ajá - respondo yendo a más velocidad.
Cruzamos una curva y seguimos recto.
- ¡Sye! ¡Cuidado un gato! - grita Aquiles haciendo que gire el volante rodeando al gato pero haciendo que el coche se saliera de la carretera y girará por los aires.
Los cristales estallan nada más tocar el suelo y noto como se me clavan, todo da vueltas así que no puedo enfocar la vista.
Tiempo después todo para, pero noto como mi cuerpo está boca abajo, así que podría asegurar de que el coche está al revés.
- ¿Sye? ¿Aquiles? - llama una voz exhausta inclinándose por el hueco de la ventana.
- Dios Sales, como no nos saques de aquí cuanto antes juro que te mataré desde el infierno - aviso, sintiendo como cada extremidad de mi cuerpo pesa el doble.
Noto más pasos cerca e intentan abrir las dos puertas delantera.
- ¡Están atascadas! - exclama Ivy intentando volver a abrirla.
- ¡Vienen caminantes! - anuncia Arthur mientras se oyen disparos.
Giro mi cabeza y veo a un Aquiles desmayado.
- ¡Idiota! DESPIERTA - grito mientras le zarandeo.
Éste abre sus ojos pero parece desorientado.
- Joder, me duele todo - informa removiendose en el asiento.
- Y a mí - digo rodando los ojos.
- ¡Ya os sacamos! - nos grita exhausta Akila.
- Se me está bajando la sangre a la cabeza - informo sintiéndome mareada.
Noto como intentan abrir las puertas pero éstas no se abren.
- ¡Mierda! - exclama Arthur.
Al final la puerta de Aquiles cede y veo como le sacan a duras penas.
- Sye te debemos de sacar por la ventana, la puerta no se abre - me anuncia desesperado Sales.
- Dale - digo.
- Cierra los ojos - me avisa.
Los cierro mientras oigo como se rompe la ventana.
- Vamos - me dice Valentina, la cual está al lado de Sales.
Agarró los brazos que me extienden los dos y me sacan de un tirón a fuera.
- Estás echa mierda, pero no hay tiempo para eso - me dice Aedus mientras dispara a un zombie que estaba cerca de nosotros.
Cojo con mucho esfuerzo la pistola de mi cintura y empiezo a ayudarles a matar a los zombies.
Cuándo acabamos veo al gato que se nos atravesó en la carretera.
Lo meto rápidamente debajo de mi sudadera y con esfuerzo me meto en el coche de Sales, Aquiles también se mete conmigo en el mismo coche.
- Chica, definitivamente lo mejor será que yo conduzca la próxima vez - me dice nuevamente Aquiles.
- Todo tuyo - le contesto.
No pasaron muchos minutos para que todos nos pusiésemos en marcha a Antártida.
Me recuesto en la puerta mientras cierro los ojos, en cambio noto como el gato saca su cabeza por el cuello de mi sudadera quedándose dormido.
