⟨Hielo⟩
Rick intenta dar marcha atrás pero no puede porque nos han rodeado.
- ¿Qué hacemos? - pregunta Glenn.
Agarro mi mochila y mis armas y salgo afuera antes de que los zombies lograsen acercarse al coche.
Apuntó con mi fusil y empiezo a disparar a todos los que lograsen acercarse.
Oigo las puertas abrirse para luego seguido ver a Sales y Arthur hacer lo mismo que yo.
Desconfiados el grupo de Rick menos Glenn bajan del coche.
Cuando solo quedan unos tres zombies, saco mi bate y les parto la cabeza en dos.
Me subo de nuevo al coche sin decir nada, esperando a que el arquero y Rick terminasen de hablar para poder volver a retomar el camino a mi comunidad.
Por fin lo hacen y yo vuelvo a recostar mi cabeza en el cristal.
Arthur se cambió con Glenn así que ahora él es el que está a mi lado.
Me coge del pelo y empieza a jugar con él, siendo seguido por la mirada de Daryl.
Cierro mis ojos intentando dormirme pero un galón hace que no pueda conseguir lo planeado.
Me quejo y miro a Arthur con mala cara.
- ¿Qué coño te pasa? - le pregunto enfadada.
- A sido sin querer, fue él - dice señalando al arquero - me empujó e hizo que te tirará del pelo -
Suelto un bufido y tiro mi cabeza hacia atrás.
¿Por qué me toca estas cosas a mí?
El resto del camino lo pasamos en silencio.
Rick aparcó donde antes estaba aparcado el coche y baja.
Después de él nosotros hacemos lo mismo.
Me estiro ya pisando suelo, y me junto a los habitantes de la comunidad, los cuales están comiendo.
Me siento en una mesa donde están los mismos viejos con los que jugué a las cartas.
- ¿Qué tal? - pregunto sentándome con mi plato de comida.
- Mal - responde Jefferson - He perdido veinte euros jugando a las cartas - me dice con una mezcla de enojo y tristeza.
- Normal, sabiendo como juegas - le pica Mail.
Los dos se cogen de los pelos que tienen y empiezan a pegarse.
- ¿Qué estáis haciendo? - digo de lo más tranquila, intentando aguantar una carcajada.
- Déjalos, son unos críos - me dice Sara.
Asiento estando de acuerdo con ella.
Después de que ese calentón pasase, ellos se vuelven a sentar comiendo de nuevo.
- ¿Con quien los perdiste? - le pregunto interesada.
- Con Esteban, ese narco es la ostia - me dice tomando su jugo de naranja.
Asiento y me levanto de la mesa.
Me dirigo a la mesa de Esteban y me siento en ella.
- ¿Qué tal? - pregunto desinteresada.
- ¿Bien? - responde desconcertado.
- Te reto - aviso.
- ¿Me retas a qué? - dice él poniéndome más interés.
- A las cartas, 40 euros - le respondo.
Se lo piensa y acepta.
Ahora preguntaréis, ¿para que quiere alguien dinero en medio de un apocalipsis?
Fácil, a varios motivos en la comunidad.
El primero son las máquinas, la gente es adicta a ellas, el segundo es comprar cosas indebidas como alcohol, drogas etc... Y otras son solo para mantener algún momento del pasado en nuestras memorias, como las cartas o el fútbol.
Sin embargo el pobre Jefferson me cae muy bien, así que recuperaré sus veinte euros, más una propinilla para mí.
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MACABRA™ ✓ -DARYL DIXON-
Ficción históricaUn grupo de jóvenes ex-militares se enfrentan a un apocalipsis; Antártida que así se llama donde viven ellos, será un nombre legendario para muchos. No sólo por su gente si no también por su ambiente. Así que aprovecha y diviértete un rato con los f...