Un grupo de jóvenes ex-militares se enfrentan a un apocalipsis; Antártida que así se llama donde viven ellos, será un nombre legendario para muchos.
No sólo por su gente si no también por su ambiente.
Así que aprovecha y diviértete un rato con los f...
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⟨Proximamente fiesta⟩
Abro la botella mientras me percato de que unos pasos se dirigen hacia mí.
Veo a Daryl con una cerveza y un cigarro sentarse junto a mí.
No dice nada solo mira al horizonte como yo lo estaba haciendo.
Hago lo mismo y empiezo a pensar en todo.
¿Hice bien?
¿Debería haber muerto?
¿Vale seguir?
Su voz hace que esos pensamientos se disipen.
- Estuvistes bien - me dice - Rick hizo algo igual hace unos meses - confiesa.
Yo asiento lentamente viendo la boquilla de mi cerveza.
- Estoy acostumbrada de que me tachen como monstruo o como alguien que tiene problemas, no me afecta lo que digan los demás sólo pienso en que si lo que he hecho estaba bien - le digo mirándole.
Hace una mueca pensativa.
- Ese capullo se merecía esa paliza y más - me dice al cabo de unos segundos.
- Lo sé, pero su mujer... - empiezo a decir.
- Su mujer te lo agradecerá en un futuro cuando se de cuenta de que él no la quería de verdad - me interrumpe mientras toma un sorbo.
Asiento y nos quedamos en un silencio cómodo.
Así hasta que Rick nos llama.
Bajamos y nos da una sonrisa pícara pero yo paso de él, es eso o estamparle la botella en la cabeza.
- ¿Qué quieres? - le pregunto.
- Sales quiere hablar contigo - me comunica.
Me despido de ellos y busco al mencionado por la casa.
- ¡Aquí estás! - dice él al verme.
- Sí - respondo seca.
- Vamos a celebrar la llegada de Rick, osea que mañana habrá fiesta todo el día - me comunica gritando y feliz.
Acepto a su propuesta ya que no tenemos nada que hacer de gran importancia, solo intentar que ese tal Negan no nos mate.
Me abraza de la emoción y va al exterior para contárselo a todos los habitantes.
El resto del día la gente prepara las cosas para la gran fiesta.
Mientras que yo me paseo por la comunidad saludando a viejos conocidos.
Nick aparece cruzando la calle y yo me precipitó a seguirle.
- ¡Hey! - llamo.
Él se gira y al reconocerme sonríe.
- ¿Qué tal la pequeña, Boo? - me pregunta.
Yo le sonrió por el apodo que siempre me llama.
- Bien y ¿Tú? - le pregunto abrazándole.
- Perfecto - dice - Iba a la farmacia a por unos medicamentos de Alisa - me informa.
Yo asiento.
- ¿Cómo está? - pregunto.
Alisa es la mujer de Nick, la cual sufre de una enfermedad que necesita atención.
- Bien a mejorado gracias a tí - me dice revolviendome el cabello.
Yo río y me despido de él.
Nick y yo nos conocimos en la academia militar, aunque él me saque unos veinte años siempre hemos sido unidos, porque él me trata como su hija y se preocupa por mí.
El día pasó muy rápido.
Así que la noche cayó.
Hicimos los de todas las noches pero esta vez las que cantaron fueron las hermanas Greene mientras que yo las acompañaba con la guitarra.
Cuándo acabamos la gente se fue a sus casas para dormir, ya que mañana iba a ser un día de mucha juerga y energía.
Yo me acuesto en mi cama sujetando a Pancho entre mis brazos.
Éste gato es más antisocial que yo y mira que es decir.
