Un grupo de jóvenes ex-militares se enfrentan a un apocalipsis; Antártida que así se llama donde viven ellos, será un nombre legendario para muchos.
No sólo por su gente si no también por su ambiente.
Así que aprovecha y diviértete un rato con los f...
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⟨Chuqui⟩
Le sigo el beso, la verdad es que sin darme cuenta me había estado enamorando de Daryl Dixon y eso me hacía muy feliz sobretodo sabiendo que él siente lo mismo.
Nos separamos en busca de aire y los dos sonreímos.
- Debo ir a por un vaso de agua, tengo la garganta seca - le informo, él me asiente y me suelta el brazo.
Justo cuando voy a entrar un grito proveniente de la cocina alerta a todos.
Entro en ella veloz y veo a Valentina encima de la mesa y apuntando con su dedo a algo peludo.
Frunzo el ceño y lo cojo entre mis brazos.
Al ver eso Vale grita todavía más.
Entran Glenn, Maggie y Daryl, ya que son los únicos que quedan en la casa, por lo que se ve los demás se fueron cuando iba a por el vaso de agua.
- ¿Qué pasa? - pregunta Glenn desconcertado.
Su vista viaja de mí a la cosa que tengo entre los brazos.
Él pega un grito y se esconde detrás de Maggie.
Ésta niega con la cabeza graciosa.
- Tranquilos - les aviso mirando disimuladamente a Daryl de reojo - Es un bebé - comento extendiéndolo hacia ellos.
Con velocidad Maggie y Glenn se echan hacia atrás con cara de horror.
Daryl saca una pequeña sonrisa juguetona.
- ¿Qué es eso? - preguntan Valentina y Maggie a la vez.
- No lo sé - me sincero - Pero me lo voy a quedar - aviso.
Ellos me echan una mirada como si estuviera loca.
- Bueno, ehh, sí, me voy - dice Valentina tartamudeando y saliendo corriendo.
La parejita dice lo mismo y nos quedamos solo Daryl y yo.
- ¿Cómo lo vas a llamar? - me pregunta mientras me abraza por detrás.
Pongo gesto pensativo.
- Chuqui - le contesto.
Me giro y nos besamos.
- Me gusta - confiesa.
Sonrió y nos vamos a mi habitación.
Ya allí nos tumbamos los cuatro juntos abrazados.
Daryl empieza a hacerme mimitos en el cabello mientras yo tengo apoyada mi cabeza en su pecho.
Oigo los latidos de su corazón y su respiración.
Feliz me acurruco más a él, que abre sus brazos más para darme espacio, pero solo un poco ya que creo que no se quiere separar mucho de mí.
Noto como la herida me duele menos y seguramente serán por los fármacos que me dio Anderson.
Veo en el espejo que Daryl Tiene una mueca pensativa en el rostro.
- ¿En qué piensas? - le pregunto subiendo mi cabeza un poco mirándole a los ojos.
- Me preguntaba... - empieza a decir, s ele ve nervioso e inseguro.
Le agarro mi mano y le transfiero confianza.
- ¿Qué te preguntabas? - pregunto con curiosidad.
- En... - dice - ¿Quieres ser mi novia? - suelta de repente.
Asombrada me quedo con la boca abierta.
¿Acaba de preguntarme lo que acabo de oír?
Él al no verme decir nada, pone una cara de que no importa nada y me dice:
- No importa -
Chasquea la lengua.
- Si que importa - le digo media enfadada, pero se me pasa enseguida - Claro que quiero ser tu novia - pronuncio.
Rápidamente nos lanzamos el uno al otro en un beso depredador y de ansia.
Juntamos nuestros cuerpos mientras veo como él coloca sus manos debajo de mi sudadera.
Pancho y Chuqui están durmiendo a los pies de la cama, así que no me preocupo por ellos.
Cambio mi posición y me tumbo encima de Daryl descansando todo mi cuerpo en él, mientras seguimos besándonos.
