Un grupo de jóvenes ex-militares se enfrentan a un apocalipsis; Antártida que así se llama donde viven ellos, será un nombre legendario para muchos.
No sólo por su gente si no también por su ambiente.
Así que aprovecha y diviértete un rato con los f...
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⟨Derramando⟩
Cuando el líder se separa para matar a los cuatro zombies que habían entrado, le meto una patada al arquero haciendo que éste caiga en un sonido sordo, mientras, Sales apunta al coreano sin quitar su vista de él.
- No tenéis ni idea de quiénes somos - dice él sin quitar esa sonrisa sarcástica.
Rick, que creo que así es como se llama, se acerca hacia nosotros con las manos en alto.
- No queremos haceros daño - informa con desespero.
- Ni nosotros - digo graciosa.
- Entonces dejanos ir - pide el coreano, haciendo que reciba un golpe de Ivy.
- ¡Callate! - manda ésta.
- Mira coreanito, por estas tierras la que manda soy yo, así que déjame hablar con vuestro queridísimo líder para saber si saldréis de está - digo balanceando mi pistola.
Él no dice nada más y mantiene su vista en el suelo.
- Bien - exclamo - Ahora quiero que me digas tres razones por la que os tendría que dejar ir - pido con paciencia.
Aedus se pone detrás de él y le apunta con su Glock 44.
- Lo mejor sería hacerla caso - le susurra con voz suave sacando una sonrisa al final.
El arquero a regañadientes le dice a Rick que no diga nada, pero Ivy rápidamente le mete un golpe que hace que se desplome en el suelo haciendo que se callase.
- Dilo ya o la paciencia se me acabará - amenazo.
- Tenemos un grupo, hay niños y mujeres - dice tragando duro - ellos necesitan nuestra ayuda - finaliza, mientras de su frente cae pequeñas gotas de sudor.
Asiento satisfecha.
- Siguiente excusa - digo.
Éste se queda pensando hasta que decide hablar.
- ¡Somos buenas personas! - súplica cansado - Hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir, nada mas, así que por favor déjanos ir - pide.
Hago como si me lo pienso y le miro directamente a los ojos.
- La verdad es que todo lo que has dicho a sonado convincente, por eso decidiré dejaros ir - afirmo.
Rick suelta un suspiro satisfactorio y se pone de pie lentamente, lo mismo pasa con el coreano.
Entre los dos cogen el cuerpo del arquero que poco a poco va despertándose y se encaminan a la salida.
Cuándo ya están fuera, los tres me miran fijamente.
- ¿Qué? - pregunto guardando la pistola en mi cintura y cogiendo las bolsas que había dejado en medio del pasillo.
- ¿Los has dejado ir sin más?- pregunta Ivy sorprendida.
- Ajá - respondo - solo déjalo, esa es mi acción buena del año - digo restándole importancia.
Los tres asienten y nos dirigimos cargados de medicamentos y comida a la camioneta.
Cuándo ya estamos sentados, Sales arrancó dirigiéndose al único lugar que nos queda, la gasolinera.
No duramos mucho en la camioneta, porque Sales aceleró a toda velocidad haciendo que llegásemos en un pis pas a nuestro destino.
Nos bajamos lentamente, y nos dispersados por el lugar.
Ivy iba conmigo mientras que Sales y Aedus iban juntos.
Cogimos los bidones rojos de dentro de la mini-tienda y los rellenamos de gasolina.
Cuándo acabamos el sol ya se estaba escondiendo, así que eso hizo que nos diéramos más prisa.
Nos volvimos a montar en el coche, pero esta vez el que iba conduciendo era Aedus.
Me apoye en Ivy y cerré los ojos cayendo en los brazos de Morfeo involuntariamente.
