Liliana se cruzó de brazos mientras observaba a Draco con reproche, se afirmaba en el marco de la ventana, en Wiltshire, había un clima terrible, lluvia golpeaba la ventana sin pudor alguno, como si el clima supiera lo que iba a ocurrir.
Habían pasado lo que quedaba de vacaciones en la Mansión Malfoy, y muy pronto, se irían al Callejón Diagon para comprar todo lo necesario para su nuevo año en Hogwarts.
Para ella, era su año de los TIMOS, por el cual, durante toda su vida los profesores de Hogwarts le había enseñado a temprana edad, y con las exigencias en sus clases, se notaba, o mas bien siempre lo supo, que ellos querían ver sus frutos de su esfuerzo y dedicación.
Pero no le preocupaba, lo único que le quitaba el sueño, era Draco.
A pesar de tener su propia habitación se la pasaba con el, incluso dormían juntos, ella se encargaba de curarle las heridas, calmar sus ataques de pánico y asegurarse que comiera bien. También, trataba de despistarlo de su misión, por que para sus ojos, Draco era un chico normal.
Un chico normal que se dirigía por las ordenes de Lord Voldemort de lo contrario, moriría él y su familia.
Narcissa casi siempre estaba ausente, solo para estar con su hermana y que no los interrumpiera a ambos. Mush, junto a los demás elfos domésticos hacia todo la posible para que Liliana no viera el entrenamiento de su amo con Bellatrix.
Y muy pronto la iniciación de Draco a los Mortifagos llegaría y los nervios de todos estaban a tope, salvo por Lestrange que solo decía que era un gran honor convertirse en uno de sus seguidores.
— Sabes que no la podre retener. — le dijo, observándolo. — La Tía Cissy no es fácil de convencer, y mucho menos cuando se trata de ti.
— Pero es más flexible contigo. — le dijo, Draco, se hallaba sentado en el sillón. — Y no quiero que ni tú, ni ella vean eso.
— Draco...
— Déjame protegerlas, tengo que hacerlo. — le interrumpió, mirándola a los ojos. — No quiero... no quiero que se entrometan y salgan heridas o piensen que tienen que ver en esto. Lo que quiero, es que estén absortas de todo. Si me llegan a atrapar... — los ojos de Malfoy se oscurecieron. — Jamás me lo perdonaría.
— Sabes que no sucederá. — le dijo. — Pero como tú me pides que te comprenda, pero por loemos, compréndenos a nosotras, estamos preocupadas por ti, y nunca dejaríamos de estarlo.
— Lily...
— ¡Es enserio! — se acercó. — ¡Si eres o no eres un mortifago de igual forma me preocuparía por ti, y la tía Cissy igual lo haría!
— No estoy seguro si el Señor Tenebroso estará allí, y si lo está, es posible que las obligue a estar en su bando. No pienso permitir que corran ese riesgo. Que... salgas tu herida por mi culpa...
Liliana soltó un suspiro prolongado, cerró los ojos, y los abrió para observarlo.
— Mira, por mí, iría y me daría igual si me obligaran, supongo que también va para la Tia Cissy. — hizo una pausa y cuando vio que Malfoy abrió la boca para protestar, pero ella se le adelanto. — Aun así, lo intentare. Convenceré y tratare de distraer a tu madre, pero dudo que sea por mucho tiempo, creo que solo lo haría por unas dos horas máximo. ¿Es suficiente?
— ¿Lo harás? — pregunto sonriente. — ¿De verdad?
— Solo dije que lo intentare, pero si, lo haré. — Draco se levantó y le tomo de las mejillas. — ¿Qu...? ¡Mn!
Soltó un quejido mientras fruncia el ceño, pero a los segundos se relajó, entrelazo sus brazos con el cuello de Draco y acepto su beso. No podía describirlo, lo único que pasaba por su mente era que era intenso o.... desesperado. Una de las dos, porque no la soltaba y ni la dejaba tomar un poco de aire.
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La Hija De Los Potter. (6)
FanfictionEl mundo ya sabe que Voldemort ha regresado y en Hogwarts se duplicaron las medidas de seguridad. Liliana ha logrado quitar la maldición de los libros y se los ha entregado a Dumbledore pero ahora tiene una misión, que cree que no podrá cumplir. _...