CAPÍTULO SEIS:
Miro el piso, pérdida.
Hoy es el día en el que me siento tan vacía. Como nunca antes.
Miro enfermeras pasar, doctores, pacientes, camillas....
Y yo solo quiero ver una vez más a mi hermana
Mi pecho se aprieta al punto de ahogarme e hiperventilar por segunda vez en toda esta mañana. Enfermeras vienen a mi ayuda pidiéndome que me tranquilice..
Como si fuera fácil.
Ese hueco en mi pecho se pronuncia más y suelto un gemido de dolor, como si de verdad me hubieran acuchillado.
—Killary— la voz de la persona que no quería que esté acá, se pronuncia
Niego con la cabeza, botando lágrimas y respirando profundamente.
—No, no quiero— lo empujo cuando se acerca
—Lary...—suplica
—¡Está muerta, Jacob! ¡Muerta! ¡No volverá! —grito sin importarme cómo pueda tomarlo
No lo escucho más. Y puedo entender el verlo en shock, sentándose.
Jacob era importante para Sami, por lo tanto lo es para mí. Es como un hermano mayor. Las enfermeras me dejan sentada a su lado pidiéndome que no me altere más, que mi madre ya saldrá de observaciones.
—Se ha ido, Jacob—susurro, llorando.
—¿Cómo...?—su voz se corta. Lo miro, con tristeza.
—Perdón... —digo como si fuera mi culpa
Él está llorando en completo silencio, viendo la pared.
—Ella te lo iba a decir... Te a...
—No hables. No lo digas—pide
—No—sentencio— Ella te ama. Lo iba a decir cuando se comprometieran. Para ella eres el hombre con quien quería pasar el resto de su vida.
—¿Qué pasó? ¿En qué momento?—murmura
—Nos chocaron. Solo recuerdo eso y cuando me sacaron del auto.
Jacob se levanta en silencio y desaparece por un pasillo.
Me abrazo, botando lágrimas esperando que todo sea un sueño. ¿Mamá lo sabe? ¿Papá lo sabe?
Cierro los ojos y recuerdo cuando ella estaba en mi cuarto, tomando mis libros del colegio, y revisándolos sin saber qué hacer. Le cuento lo que pasó de interesante en mi escuela y ella me cuenta que tuvo su primera vez.
Grité, celebré, lloré de risa cuando me lo contó...
Éramos las mejores hermanas que podían existir.
Teníamos problemas pero éramos tan bipolares que al rato nos hablábamos como si nada porque nos necesitábamos.
Y como si la vida me respondieran, la escucho. El grito desgarrador de mi madre. Su grito solo hace que jadee y llore con fuerza, recordándome la realidad. En la que mi hermana se fue.
Sus súplicas no paran, la escucho llorar, gritar, y lamentarse. La doctora sale del consultorio con lágrimas en sus ojos y me sorprende su reacción.
Camino en dirección del consultorio y me paro en la puerta. Mi mamá llora en el suelo, como si fuera una niña que le quitaron lo que más ama.
Le acaban de arrebatar a su primogénita. Le quitaron a la niña con la que aprendió a ser mamá.
—Mami...—susurro con voz entrecortada.
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UN ENCUENTRO
Teen FictionEl primer amor se pinta a veces con que te rompen el corazón cuando dicen: «Terminamos» o «Hasta aquí nomás» Se pinta que son de los que duelen cañón porque te ilusionas. Y si, debe ser. Pero no fue mi caso Mi caso empezó siendo platónico a mis tre...