C A P I T U L O - V E I N T I C I N C O

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CAPÍTULO VEINTICINCO:

MILAN LEE:

—Carajo—mi amigo soltó una risa

—¿Con quién estás?—le pregunté

—Mhm...Mi aula está vacía así que...Con las sillas y mesas

—Gracioso.—bufé

—Eres pésimo para cambiar de tema, Milan

—Si, supongo

—Bueno, entonces la chica esa, Killary, dijo que sí.

—Sí.—murmuré, mirando la puerta de mi aula por si alguien venía

—¿Y tu estabilidad emocional dependía de esa respuesta?—preguntó aguantándose la risa

—¿Sabes? No es mi maldita culpa que no hayas tenido una enamorada o que alguien en serio te guste. 

—Oye, no vayas por ahí.—dijo aún con un deje de diversión.

—Ya me voy—aviso

—Milan, Milan, verdad, creo que...

—Crees que qué—me pasé las manos por el rostro.

—Creo que me cambiaré de escuela a la tuya.

Silencio.

Hubo silencio entre nosotros.

—¿Por qué?

No dijo nada y mi pecho se apretó al saber la posibilidad.

—¿Lo siguen haciendo?

—Me cambiarán de aula en otro edificio. Iré al edificio 3. Pero igual. No sé...Todavía no le planteo esa idea a mi mamá.

—Hazlo, con gusto te recibiré. ¿Cuándo cambiarás de aula? 

—El 29 de Agosto.

—Wow...La otra semana. ¿Mientras tanto?

—Iré a psicología con ella. 

—Vaya...—susurro— Tu madre debería cambiarte de escuela, lo que te hacen no está bien.

—Lo sé, lo sé. Ella sabe todo...Pero...

—¿Por qué no te quieres cambiar de escuela? O mejor dicho, por quién

—No es nadie, en serio. Lo juro por mi mamá. Solo que acá tengo a mis amigos. 

—Acá tendrás al mejor de todos—solté una risa—Broma. 

—Si bueno, hablamos otro día, te aviso cualquier cosa

—Si, si, adiós

El cuelga y hago un mohín con los labios.

Salgo de mi aula al recreo por fin. Bajo las escaleras topándome con alguien. 

Me sonríe con boca cerrada pero yo no lo hago. Solo me mantengo al margen con ella.

—Qué pasó—murmuro

—Papá vino y...Quiere verte. No tengo idea de porqué, pero creo que te dará algo. No te encontré en la loza y supuse que estarías aquí..

—Ok. Gracias.

No digo más y paso por su lado. 

Hoy no había visto a Lary por la mañana, me escribió diciendo que su padre la llevaría al colegio. Así que vine solo, y pensaba verla en el recreo pero veo que no podré.

UN ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora