C A P Í T U L O - V E I N T I D O S

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CAPÍTULO VEINTIDOS:

Era 18 de Agosto.

Cumpleaños de Milan.

Y yo me había desconectado del mundo estos dos días.. Había faltado hasta a clases. Me sentía tan... Débil. No tengo idea.

Milan había venido ayer a casa, pero ni siquiera salí de mi habitación cuando estuvo en la sala. Sin embargo, podía escuchar la conversación que tenía con mi madre. 

«—¿Por qué faltó Lary?

—Ella...—mi madre habló lentamente— Está en una especie de...shock o depresión por lo que acaba de pasar Milan. Es un tema muy delicado para ella que acaba de recordar....Me gustaría decírtelo con exactitud pero no puedo. Ella decide si te lo dice o no y yo como madre, preferiría mantener todo en silencio para los demás. Hablé con la directora, y entendió, así que lo más probable es que dupliquen sus notas con el de el anterior bimestre.

—¿Puedo verla?—preguntó más preocupado

—Hijo, ella está en su habitación encerrada, a mí solo me abre la puerta cuando lo necesita y Carlos y yo penamos ya en mandarla a una psicóloga para que le ayude nuevamente. Pero...Puedes intentar.

Milan subió al segundo piso con mi madre, escuché sus pasos y susurros, como si no estuviera acá, y estuve así hasta que Milan vino. 

Tocó la puerta con delicadeza y yo apreté los labios, aún manteniéndome sentada en el suelo con las piernas pegadas a mí, al lado de la ventana.

—¿Lary? Soy...Milan...Espero estés bien, sea lo que sea que te haya pasado, sé que...

Dejé de escucharlo. 

No era maleducada, solo dejé de hacerlo. 

No sentí presencia de nadie más al cabo de unos minutos. Solo seguí en mi mundo, tratando de apartar esas imágenes»

No quería que esto afectara mi vida, no lo permitía. Pero si me afectaba internamente a mí. Por lo que acepté sin chistar la idea de mi madre. Y me pidió que empezara a salir de mi habitación.

Y bueno, lo hice hoy especialmente porque era su cumpleaños. 

—¿Irás a la escuela?

—No—murmuré con voz ronca.—Pero...Hoy es el cumpleaños de Milan y...

—¿No quieres ir a la escuela pero sí al cumpleaños de Milan?

—Si—le contesté a mi padre.

—Nena, no creo que sea correcto...

—Por favor...

Mi papá solo negó con la cabeza pero a las horas fue a mi habitación y dijo que sí. Dejé a un lado mi libro y empecé a buscar que ponerme. Ya iban a ser, sorprendentemente, las cuatro. 

Agarré mi celular por primera vez en estos día y le hablé a Luciana y Hallie.

Yo: ¿Irán?

Hallie: MIERDA ESTÁS VIVA

Yo: Explicaré luego todo lo que pueda, pero, ¿irán?

Lucia: ¿Donde Milan? Sí, personalmente nos invitó.

Yo: Bien, nos vemos allá.


••••


En el camino, me encontré a las chicas que saltaron sobre mí al verme.

UN ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora