CAPÍTULO CATORCE:
Las dos profesoras de tutoría piden que hagamos un círculo. Todos los alumnos.
Ahora mismo están haciendo desorden porque los de 4to años andan charlando con los de 5to o 3ro.
En mi caso, estaba sentada tranquilamente con Tatiana. Ella me estaba contando sobre el nuevo integrante que habrá en su familia. Y lo rara que es.
—¡Chicos, por favor!— la miss pide orden— Siéntense en un círculo amplio, no importa si están combinados. Lo que queremos lograr, es que entre estos tres grados, puedan socializar cordialmente. Y no de la manera en que lo hacen— dice lo último con una sonrisa nerviosa y todos reímos porque sabemos que la forma en la que lo hacen los demás, por lo menos, es de forma sexual o simplemente por broncas absurdas que se tenían antes.
No era nada nuevo porque se habían descubierto muchas cosas el año pasado.
Todos hacen silencio acomodándose en lugares distintos. Tatiana se recarga en mi hombro, está decaída, y no me parece normal porque suele hablar mucho, hasta más que Hallie.
A mi lado, un lugar libre hay y que al minuto alguien se sienta rápidamente mientras ríe.
Volteo a ver y frunzo el ceño al ver que es un amigo de Milan.
Este también me nota y me sonríe
—Hola, Killary
No le respondo solo me limito a darle una sonrisa educada como nunca suelo hacerlo y seguir prestando atención a otra cosa.
«Estar estas semanas con Milan hace que quiera ser educada con todos»
Y pensando en él, mi mirada se cruza con la de él. Me mira ligeramente molesto. Pero sé que esa molestia no es para mí. Y supongo que es con su amigo.
Está sentado al frente mío, pero demasiado lejos porque el círculo es enorme. Y a su lado, está la misma chica que lo vi la vez pasada. Y un nudo se hace en mi garganta.
Milan llama mi atención y arruga la nariz en una seña de un "no".
Y puedo deducir que es un "no" de un "no pienses en eso"
Pf, yo jamás le dije lo que pensé de ella en el momento en que los vi.
No contesto ni hago una seña, solo desvío mi mirada a mis compañeros que andan cuchicheando de algo en lo que Tatiana y yo no dudamos en querer averiguar.
Y luego toda la hora y media de clases de tutoría que es casi como psicología hablamos de el autoestima y el auto-conocerse.
Las profesoras explican que la otra semana será más dinámico, y que esto solo era la introducción.
Por último a la hora de volver a nuestras aulas, Milan busca la manera de acercarse a mí sin llamar la atención de nadie. Me toma del brazo y me aparta un poco del cúmulo de alumnos que se hizo.
—¿Qué tienes?—me pregunta sin mirarme, su vista fija en el camino. En cambio, yo si lo miro descaradamente
—Nada, solo no me siento bien—me encojo de hombros.
Yo tampoco me entiendo bien. De la nada me dio un bajón emocional.
—¿Es por tu periodo o...?
—¿Puedes no mencionar eso?—dije sonrojada
—Sí, como desees.— suspira
—Bien, me voy—le doy un apretón en el brazo y me adelanto caminando al lado de Tatiana.

ESTÁS LEYENDO
UN ENCUENTRO
Genç KurguEl primer amor se pinta a veces con que te rompen el corazón cuando dicen: «Terminamos» o «Hasta aquí nomás» Se pinta que son de los que duelen cañón porque te ilusionas. Y si, debe ser. Pero no fue mi caso Mi caso empezó siendo platónico a mis tre...