Maldito Primer Amor│BrightWin

2. Sentimientos reales

Los ojos de Win se abrían con lentitud a esas altas horas de la mañana, por instinto se giró para poder abrazar un poco más a Bright, pero al sentir la cama vacía se alarmó mirando con confusión de un lado a otro buscándolo, salió a la sala, pero no había ningún rastro de el así que tomo su teléfono para poder localizarlo, pero la llamada se iba directo al buzón de voz.

No sabía que era lo que había pasado con su novio, ni siquiera una pequeña nota había dejado explicando el motivo por el cual se fue. Pensaba en que tal vez surgió algo urgente que lo hizo desaparecer esa mañana, pero entonces porque no se lo había dicho, ni siquiera un mensaje tenía en su teléfono dando un motivo creíble, su corazón se llenó de inseguridad, ya que tal vez Bright podría no haber quedado satisfecho con haber pasado la noche junto a el, quizá no era a lo que su novio estaba acostumbrado, pero trato de trasmitirle el gran amor que sentía. Lo amo con intensidad esa noche que su corazón se rompería si Bright se sentía insatisfecho.

Llego al instituto con la mirada perdida esperando encontrar a su novio, pero no fue así, solo sintió un agarre en su muñeca que lo arrastraba hasta el salón de clases con rapidez.

—Win vamos, llegamos tarde a clase — espetó Gun, mejor amigo de Metawin, el único que siempre ha estado para él en cualquier momento. 

Sonrió con gracia sacándolo de sus pensamientos que solo rompían su corazón, estaba sobre pensando las cosas cuando seguramente el acto de Bright debía tener una explicación. Hablarían en el receso cuando lo vaya a buscar, era normal en ellos pasar juntos todo el tiempo que se pueda y esperaba que eso no cambiara nunca.

Bright se encontraba confundido con sus sentimientos, no podía dejar de pensar en los besos que Win le había brindado, los latidos de su corazón cuando sus manos recorrían aquel perfecto cuerpo, la huella de los labios del menor sobre su piel. Win lo había tratado como si fuera algo valioso, que tenía mucho miedo de romper y no sabía como se debía de sentir. 

—Es solo la adrenalina del momento, recuerda lo que te hizo tiempo atrás y volverás a odiarlo.

Off toco su cabeza dando pequeños masajes debido a la borrachera de la noche anterior, ni siquiera recordaba cuantos vasos de cerveza había tomado, pero fueron los suficientes para dejarle una maldita resaca.

—No lo estás entendiendo, no he dejado de odiar a Win. Parece que de verdad ha cambiado. 

—No lo sé, tal vez solo está jugando a ser el único chico que ha podido enamorarte.

—¡Ya no estoy enamorado de él!

—¡Pero si sigues con esos pensamientos estúpidos lo volverás a hacer!

Bright viro los ojos a su amigo cansado de todos esos comentarios, pero era verdad, si seguía pensando en cosas ridículas solo lograría volver a dañar su vida como había pasado hace unos años, sus planes debían continuar, terminar con el supuesto amor que sentía por Win, gritarle que lo odiaba y desparecerlo de su vida. Pero con tan solo imaginar que Win se alejaría hacía que su corazón se oprimiera de una manera intensa, no quería dejarlo libre, pero tampoco quería tenerlo cerca, aunque esa también era una forma de hacerlo sufrir.

—Cuéntame como te fue ayer con tu novio

Con un pequeño movimiento miro a su amigo mostrando emoción, la mitad del día de clases había terminado, así que Win por fin podía buscar a su novio y pedir una explicación, aunque la curiosidad de su mejor amigo lo estaba retrasando.

—No te lo diré. Solo debes saber que fue algo hermoso para mí — susurro con complicidad — ¿Qué ocurre?

La mirada de Gun bajo con un poco de tristeza, pensaba en todo lo que había escuchado sobre Bright, las más de diez aventuras que tenía cada noche y sobre todo escuchar el dolor de cada chica que pensó haber enamorado a ese chico mujeriego.