21. Tú debías ser mío

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—¡Suéltame!

El castaño forcejeaba para que el agarre de sus brazos se liberara, pero era inútil, Nani tenía mucha más fuerza que él y sabía perfectamente como impedir que cualquier golpe o movimiento lo debilitara. Llegaron hasta una habitación en el piso más alto de lo que parecía un edificio abandonado, con fuerza lo aventó sobre la silla y amarro sus manos al espaldar con una soga.

—¡Ya cállate Win! ¡No me obligues hacerlo por mi cuenta!

Con más fuerza cerro el nudo que impedía que se soltara, fue frente a él y se sentó con las manos cruzadas y su mente llena de frustración, sus piernas se movían con insistencia esperando el momento en el que podrían salir de ahí sin ser descubiertos, no iba a permitir que Bright se quedará con la persona que amaba y al parecer con la que también estaba obsesionado.

—Mira, solo quiero hablar contigo, cómo en los viejos tiempos para que puedas entender lo que estas haciendo mal — justifico de inmediato con algunas lágrimas en sus ojos.

—Nani, por favor suéltame, te van a encontrar y será peor para ti.

—Nadie va a encontrarte, nadie conoce la ubicación de este lugar, para nadie existe.

—Por favor suéltame — susurro nuevamente ahogando sus sollozos.

Win no hacía más que llorar suplicando que lo dejara ir, estaba muy asustado por esa actitud, temía que Nani llegara hacerle algo que definitivamente no le iba a gustar, nunca había pensado que algo así podría pasar y ahora lo único que necesitaba era que Bright llegará a salvarlo, ya no quería seguir ni un minuto más ahí.

—Se suponía que ibas a ser mío Win — espetó con lágrimas en sus ojos y su voz llena de rabia — Si tan solo él no hubiera aparecido, si tan solo el idiota de Bright no hubiera desistido de su venganza, tu serias mío.

—¡Ahora los hubiese ya no existen! ¡Libérame de esto por qué cuando Bright me encuentre va a ser peor!

—¡No has entendido que nadie va a encontrarte! — devolvió el grito dando un fuerte golpe con su mano sobre la mesa.

Win intensifico más sus lágrimas mientras trataba de apoyar su rostro a su propio hombro, en ese lugar no había ni un poco de luz, las ventanas estaban selladas y los vidrios opacados gracias a la suciedad, había solo una mesa, dos sillas y un montón de habitaciones que no tenían salida, miraba de un lado a otro tratando de encontrar el camino a las escaleras, pero no lo lograba, las puertas mal hechas y los vidrios rotos opacaban toda visibilidad.

—Si te hubieras quedado conmigo nada hubiera pasado, ni siquiera hubieras llorado por todo el daño que te ha hecho Bright.

El castaño simplemente no respondió, su mente comenzó a recordar la vez que eran niños, donde buscaba tanto la atención de Nani creyendo que era su único amigo, durante esos años parecía un pequeño mimado, en busca de regalos, dulces y chocolates, caricias sobre su cabello y protección del mayor durante cada segundo de día, tal vez esa faceta fue la que logro que Nani cambiara su forma de verlo y creciera un amor extraño que no podía ser correspondido.

—¡Si tan solo el no te hubiera apartado de mí! — espetó con fuerza secando sus lágrimas.

—Bright no me apartó de ti, yo quiero quedarme con él, entiéndelo, además que me mentiste solo para beneficiarte, esa vez, ¿acaso no te importo cuanto me iba a doler? — respondió con la voz temblando.

—¡Está bien cometí un error! ¡Por eso regrese para poder pedirte disculpas y me vienes a decir que te quedarás con ese imbécil!

Win veía como las lágrimas caían por las mejillas del chico, entendía por lo que estaba pasando pues ese sentimiento de rencor también lo sintió cuando Bright se iba en medio de la noche dejándolo con dudas en su corazón, pero los sentimientos no se podían cambiar así de fácil.

Maldito Primer Amor│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora