Maldito Primer Amor│BrightWin

9. Me engañaste

La mañana llego de manera diferente, esta vez no habían discutido la noche anterior, los ojos del menor no se encontraban hinchados o rojos debido a las lagrimas que había derramado y el pelinegro no había desaparecido apenas el sol nacía. Ambos se encontraban en la habitación abrazados durmiendo profundamente sin querer despertar y con una sonrisa en sus labios. Bright ahora solo trataba de descubrir a su corazón, encontrar sus verdaderos sentimientos por Win y cada uno de esos pequeños detalles eran importantes, era la primera vez que estaba con el castaño porque de verdad así lo quería no solo por una venganza.

—Bright — menciono acercándose al pelinegro abrazándolo — ¿Irás a recogerme hoy? — preguntó con una sonrisa que, por primera vez, no le dio asco a Bright.

—Iré a buscarte — beso con delicadeza la nariz del menor — No quiero que Nani se te acerque así que será mejor cuidarte — lo miro de manera penetrante haciendo que el castaño se separara debido a la incomodidad que sentía.

Aunque habían hablado sobre los sentimientos de Bright la desconfianza aún existía pero no comprendía las razones, no sabía exactamente como comportarse ahora para poder curar las cicatrices que estaban en el corazón de su novio, quería que todo volviera a ser como era cuando empezó su relación, pero todo era tan diferente, Bright se había vuelto más posesivo con él y las lagrimas eran a diario.

Llegaron a la universidad y la mayoría de chicas con las que Bright se había metido estaban dispuestas a molestar a Win, comenzaban a decirle que no era el chico que el pelinegro necesitaba, que era muy poca cosa para alguien como el, que solo estaba jugando con sus sentimientos y a decir verdad en algún momento comenzó a creerles, con el comportamiento que había tomado Bright parecía que en realidad solo buscaba lastimarlo pero ahora no sabía si estaba junto a el por amor o por costumbre.

Bright dejo al castaño en la universidad algo confundido por lo que había escuchado de aquellas personas, seguramente su novio se sentiría mal con todos esos comentarios pero no iba a hacer nada para defenderlo, después de todo el tampoco hizo nada cuando lo necesito. Llego a la casa principal y sin dar explicaciones comenzó a entrenar de manera fuerte desquitando su ira con los sacos de boxeo, no quería ponerse a pensar en lo difícil que era estar junto a Win, mirarlo a los ojos y no poder dejar de sentí aquel dolor por su mentira, ni siquiera le permitió explicar cuanto lo amaba. Su madre lo miraba orgullosa desde la ventana porque eso era lo que necesitaba de su hijo, que sea fuerte, que supiera defenderse y aunque el amor que sentía por aquel chico podía debilitarlo, seguramente el sabría como manejarlo.

La tarde pasaba y todo era igual a todos los días, Win en la universidad mientras el entrenaba para poder hacerse cargo del negocio en cuanto su madre lo necesitara, el castaño seguía aguantando aquellos comentarios pero sabía perfectamente que nada de eso era verdad, Bright decía que quería entender lo que su corazón sentía, que solo era cuestión de tiempo para enamorarse así que iba a intentarlo, lo esperaría porque sabía que en lo más profundo de su corazón, tenía su amor escondido y poco a poco podría hacer que se revelara.

—Nani — saludo el mejor amigo de Win — ¿Vienes a buscar a Win?— preguntó con una sonrisa esperando a su amigo en la salida.

—Si, ¿Dónde esta? — respondió con una sonrisa buscándolo con la mirada.

—Se quedo arreglando una nota con el profesor — sonrió un poco nervioso por lo que necesitaba preguntar — ¿Nani puedo preguntarte algo?

—Claro, dime — respondió de inmediato mostrando curiosidad con la mirada. 

—Recuerdas al chico que Win rechazo cuando tenía 15 años, que tenía lentes, frenillos, de baja estatura — hizo una pausa — Que dijo que no podía amar a un chico como el y permitió que los demás comenzaran a burlarse de su aspecto físico — preguntó con un poco de melancolía al recordar los ojos del chico llenándose de lagrimas.