1. Piel de invierno.

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—¿Qué haremos mañana? — preguntó suavemente dejando un ligero beso sobre su mejilla.

Rodó los ojos ante el empalagoso comportamiento de Win, pero tuvo que aceptar que a pesar de que su relación llevaba ya 5 meses, no todo era lo que parecía. Desde que Bright se reencontró con el castaño pensó en vengarse por lo sucedido años atrás, claro, Win no lo recordaba, pero aun así quería hacerle pagar cada lágrima que derramo. Bright tenía la reputación de ser el chico más guapo y coqueto de toda la universidad, era claro que no rechazaría una relación con él.

Sin embargo, no fue fácil durante ese tiempo, ya que obtuvo miles de rechazos con cada insinuación, así que optó por mostrarse realmente interesado y sabía que nadie podía resistirse del todo a él. Valía la pena ver sus ojos llenos de lágrimas mientras gritaba con desesperación, buscando una respuesta, después de todo solo quería una noche para disfrutar de su cuerpo y agregarlo a su lista de amores pasajeros de los que estaba llena su patética vida.

¿Crees que volverás a mentirme?

Nunca más volvería a caer ante aquellos encantos que tanto le lastimaron y mucho menos creería palabras de amor tan ridículas y sin sentido, no volvería a mostrarse vulnerable delante de nadie, mucho menos de Win, no para que lo lastimara a su antojo burlándose de su dolor.

—No lo sé, tengo cosas que hacer — contesto desinteresado soltando el abrazo.

—¿A dónde vas?

—A mi casa Win — con voz enojada, miro su teléfono móvil.

Un amigo le había enviado un mensaje para invitarlo a una fiesta esa noche, había perdido por completo la noción de cuánto tiempo había estado su cuerpo sin una gota de alcohol en la sangre, no se había acostado con nadie en 5 meses y, francamente, necesitaba emociones. El castaño no entendía lo que pasaba con su novio, pero quería retenerlo junto a él, tal vez si se lo pedía accedería después de todo estaba seguro de lo mucho que Bright lo amaba.

Malditas mentiras.

Win se levantó poniendo sus brazos al rededor del cuello del mayor con la intención de besarlo para convencerlo, quería que se quedara con él durante esa noche, pero no entendía por qué estaba tan renuente a ello, el mensaje que le había llegado de sus amigos lo había hecho tomar esa decisión y temía que comenzara a disfrutar más de una fiesta que de su compañía.

—Quedémonos juntos — hizo un puchero que hizo molestar a Bright nuevamente, pero se detuvo por un momento para mirarlo detalladamente.

No iba a negar que su novio era guapo, las facciones en su rostro lo hacían ver angelical, sus ojos color café, lo diminuta que se sentía su cintura al momento de abrazarlo, su cuerpo perfectamente proporcionado lo mantenía despierto por las noches, era lo único diferente a su venganza. Quería disfrutarlo, besar su piel hasta enrojecerla y morderla de vez en cuando, ver esas mejillas, sonrojarse con cada toque y recibir besos dulces que lo hacían perderse por algún momento.

Pero a pesar de esto, ya estaba cansado de estar con él. De cada abrazo, asqueado con cada palabra cariñosa que salía de sus labios, quería hacerlo suyo sin importar que ocurriera después ¿Por qué era tan difícil lograrlo? No era el príncipe azul que estaba buscando, o al menos ya no lo era. Tomo el brazo castaño y con un suspiro pesado lo aparto de su cuello.

—Escucha, tengo que salir con mis amigos. Nos vemos después — sintió un poco de presión en su muñeca cuando estaba a punto de salir.

—Quédate si — rogó jalándolo hacia la cama, quedando debajo de él.

Maldito Primer Amor│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora