6. Malditos celos

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Win abrió los ojos tratando de dispersar esa incomodidad que sentía en sus parpados, se removió un poco en la cama sintiendo como su cabeza chocaba con algo que rodeaba su cuerpo, levantó el rostro y de inmediato se formo una sonrisa en sus labios al ver a Bright dormido junto a el.

No sabía que cambio en el pelinegro para se haya quedado esa noche pero en definitiva era lo más hermoso, verlo cada mañana, su respiración tranquila, sus labios finos, sus parpados cerrados dejando a la vista sus hermosas pestañas. Volvió a recostarse en su pecho sin dejar que la sonrisa se desapareciera deseaba quedarse así por toda la mañana.

—¿No es hora de desayunar ya? — preguntó con un poco de gracia.

—Levantémonos entonces — trato de incorporarse en la cama pero el pelinegro lo retuvo atrayéndolo a el.

—Acaso no merezco un beso de buenos días.

Bright buscaba ilusionar más a Win solo así aseguraría que ese amor nunca se desvaneciera después de todo Win se conformaba con el poco cariño que le brindaba.

—Claro que lo mereces.

Se acomodó frente a el rodeando sus brazos en el cuello de su novio y lo beso con bastante dedicación queriendo trasmitir todo el amor que sentía, demostrarle que nadie en el mundo lo amaría mas que el pero Bright solo disfrutaba de esos besos solo por atracción física.

—Me apresurare a preparar el desayuno, tengo que ir al aeropuerto.

—¿Vas a ir a verlo?

Se recostó nuevamente en la cama siendo como su corazón se oprimía con tan solo recordar aquella llamada que tanto le incomodó.

—Por supuesto que iré, hace mucho que no veo a Nani y la verdad me hace mucha ilusión que regrese — agrego con un poco de cariño mientras reconocía la mirada de odio en su novio.

El castaño se dispudo a realizar el desayuno, preparaba cada detalle con mucha felicidad pues era la primera vez que Bright no había escapado como estaba acostumbrado y ahora sentía que de verdad su relación se podía recuperar.

Bright admiraba a Win desenvolverse en la cocina, recordaba la mirada llena de ilusión y su corazón más se enfurecía. El castaño puso los platos sobre la mesa sin dejar de sonreír pero Bright solo comenzó a jugar con la comida dentro de si mismo solo sentía fastidio lo que quería en esos momentos era desaparecer a ese tal "Nani" que solo venía a arruinar su venganza, apretó el tenedor que tenía en sus manos hasta que lo tiro sobre el plato.

—Iré contigo al aeropuerto — tomo un sorbo del jugo que tenía junto al plato.

—No es necesario — contesto el castaño de manera suave — Tomare un taxi, me quedaré con el así que...

—No te estoy preguntando, iré contigo y se acabo — demandó con fuerza.

Bright se levantó de inmediato a dejar los platos en la cocina, no iba a darle oportunidad a Win para que se quedara solo junto a el además quería conocer a ese chico.

Win prefirió irse a la habitación para poder cambiarse de ropa, no había caso insistir, su novio estaba bastante celoso y el hecho de negarse a que lo acompañara solo causaría más desconfianza. Salieron del departamento sin decir una sola palabra durante el camino aunque Win haya intentado hablar con Bright este simplemente no colaboraba así que se limito a mirar el paisaje que daba camino al aeropuerto.

Al llegar Win ignoro todo lo que estaba a su alrededor, solo pensaba en Nani, abrazarlo, escuchar todas aquellas historias que tenía por contar, habían sido 7 años que el mayor había estado fuera del país por ello lo extrañaba tanto y no pensaba desperdiciar ningún momento junto a el, Bright viro los ojos al ver la efusividad con la que su novio corría adentrándose en el aeropuerto, de verdad que se comportaba como un niño infantil.

Maldito Primer Amor│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora