Por la mañana, despertamos a eso de las 9 de la mañana, Lucius ya tenia sus maletas cerca de la puerta así que simplemente desayunamos algo y salimos de la casa.
El plan era dejar su auto aquí en casa para que no le pasara nada, así que una manera de llegar desde aquí a la ciudad era caminando. No era lejos, así que lo hicimos, todo el camino yo hablaba de mi mundo mientras ellos dos escuchaban con atención y no dejé de hablar hasta que llegamos a la ciudad.
El alboroto de ahora era diferente al de anoche. Era como estar en una ciudad popular, Japón, New York esas ciudades grandes donde hay un montón de personas caminado de un lado al otro para ir al trabajo o a la escuela.
Comenzamos a caminar entre las personas, necesitábamos llegar a la entrada norte por donde nosotros habíamos entrado, estaba un poco lejos, pero, era mejor ir caminando ya que usar el tren, que era el único modo de transporte además de los taxis serian difíciles de conseguir a esta hora del día, llegaríamos más rápido caminando.
Los tres caminábamos algo apresurados, no queríamos cruzarnos con ningún policía, aunque Jimin trajera el frasco con mi sangre colgado, me ponía de nervios que nos pudiéramos cruzar con un policía.
-Solo tenemos que caminar derecho -dijo Lucius
-Bien
Era un poco difícil caminar más rápido por la cantidad de personas, pero aun así podíamos avanzar con un paso constante.
-Alto
Los tres nos detuvimos ante la voz y nos dimos la vuelta. Un policía venia hacia nosotros.
-¿A dónde se dirigen?
-A la entrada norte -dijo Lucius
-¿Irán de viaje?
-Sí
Nos miró a Jimin y a mí.
-¿De dónde son?
-Kudziimira -dije
El hombre aceptó suavemente con la cabeza.
-Vayan con cuidado, los carteristas han aumentado estos días
-Gracias, oficial -dijo Lucius
-Buen día
-Buen día
Los tres comenzamos a caminar a prisa.
-¡Dios! Sentía que se me saldría el corazón -dije
-Jimin tiene la sangre -dijo Lucius -si pudieron entrar sin problemas, no hay problema estando aquí
Le habíamos contado cómo había conseguido Jimin entrar, así que estaba al tanto del frasco con sangre.
Cuando comenzamos a caminar, levanté la mirada para ver como un policía venia del lado contrario de nosotros, no parecía avernos notado, pero todo cambio cuando pasó a un lado de Jimin y el detector que tenia en las manos... prendió en rojo.
Maldición.
Tomé a Lucius y a Jimin de las manos para comenzar a correr.
-¡Ustedes tres, alto!
El policía y el que nos había advertido antes de los carteristas, nos estaban siguiendo ahora.
-¿Qué paso? -preguntó Lucius
-El detector, prendió en rojo
-¿Cómo puede ser posible?
-No lo sé
Chocábamos con personas o las empujábamos fuera de nuestro camino. No sabía a dónde nos estábamos dirigiendo, pero Lucius había tomado la delantera y por eso lo estábamos siguiendo a él.
Corríamos de calle en calle, no sé si nos alejábamos de la entrada demasiado o no, solo corríamos y cada que miraba a mis espaldas, más policías nos estaban siguiendo.
-Por aquí -Lucius me tomó de la mano, yo la mano de Jimin y así nos arrastró hasta una panadería donde entramos corriendo y directo detrás del mostrador
-¿Lucius?
El panadero que salía de la cocina con charola de pan en mano nos miró a los tres respirando acelerado, tirados en el suelo, escondidos detrás de su mostrador.
Lucius iba a hablar, pero la puerta de la panadería se abrió haciendo sonar una campanita y solo pudo señalar con su dedo que guardara silencio.
-¿Ha visto a tres individuos correr por aquí?
-¿Tres... individuos? No, estaba atrás con el pan -le mostró la charola
-Bien... entiendo
La campana volvió a sonar y la mirada del panadero siguió por un momento al policía hasta que estuvo lejos.
-¿Me puedes explicar que sucede?
Dejó la charola en una mesa de madera que había a un lado de nosotros.
-¿Ya se fueron? -preguntó Lucius
-Sí, ya no hay nadie
Los tres nos levantamos del suelo y fuimos detrás, a la cocina para estar alejados de las ventanas del frente.
-¿Me vas a explicar o no?
-Am... sí, sí, claro -nos miró -él es mi hermano, Edric Morris
-Un placer -dijo el hombre
-Igualmente -contesté
-Ellos son Ivy y Jimin
-¿Son tus estudiantes?
-Es... una larga historia
-¿Qué esta pasando? ¿Por qué los policías te estaban buscando?
-Am... es una larga historia
-Lucius -insistió
Lucius se quedó en silencio por un momento, no sé si le diría la verdad o le inventaría algo, así que simplemente me quedé en silencio.
-Edric, me temo que... me tendré que ir por un tiempo
-¿Qué? ¿A dónde?
-Solo... tengo que ayudarlos
-¿Ayudarlos? ¿En qué? -nos miró, pero ninguno de los dos dijo algo
-Edric, solo, confía en mi ¿Sí? Estaré bien, solo me iré por unos días
Volvió a mirarnos, pero solo terminó suspirando y cerrando los ojos.
-¿Es uno de tus experimentos?
-Sí... algo así
-¿Por qué te perseguían los policías? Solo dime eso
-No puedo ahora, pero, prometo que en cuanto regrese, te lo contaré todo ¿Okey?
-... Okey
-Gracias -los dos se dieron un abrazo y el hombre por fin sonrió un poco, pero todo fue interrumpido por el ruido afuera de la tienda
Edric salió de la cocina a ver qué pasaba y regresó segundos después.
-Son los policías, siguen buscándolos
-Y lo seguirán haciendo hasta que nos encuentren y si no lo hacen, las cosas se complicaran más -nos miró -tu -me miró -tu y yo los distraeremos mientras que Jimin se escabulle a la salida
-¿Qué? No dejaré a Ivy sola -me tomó de la mano
-Si nos atrapan a los tres, será difícil salir
-Ella es mi responsabilidad, no puedo dejarla sola
-Yo estaré con ella
-No, debe haber otro modo
-Jimin -lo miré y traté de sonar relajada -está bien, será fácil que Lucius y yo salgamos de esto ¿Okey? Tu sal primero, nos veremos en nuestro punto de reunión
Parecía no convencido, pero terminó aceptando. Me soltó de la mano y miró a Lucius.
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Los hijos de la línea 26 (ParkJimin)
Teen FictionUna noche oscura, una luna llena, una carretera solitaria y famosa por las apariciones que suelen suceder, tan extraños como un muchacho sentado en medio de la carretera, sobre un banco de madera mientras disfruta de un tazón de sopa. ¿Te detendría...