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-No permitas que nada le pase ¿Me entiendes?

-Lo prometo

-Bien

-Edric, por favor lleva a Jimin hasta la salida, asegúrate de que salga de la ciudad con seguridad

-Bien

Edric salió de la cocina para cerrar la puerta y cambiar el letrero del ABIERTO al de CERRADO.

-Ivy, no me iré de nuestro punto de reunión hasta que regreses ¿Entiendes? No importa la hora que sea

-Lo sé -sonreí -trataré de no tardar ¿Bien?

-Bien

En ese momento nos separamos, Edric y Jimin saldrían por la puerta de atrás, pero primero teníamos que salir nosotros para que los policías nos siguieran.

-Tendremos que separarnos ¿Lo sabes? -me preguntó

-Lo sé

-¿Puedes orientarte un poco? ¿Regresar por las calles en las que te metiste?

-Lo intentare

-Si te pierdes, regresaré por ti, pero no te muevas de donde estés ¿De acuerdo?

-De acuerdo

-Vamos

Le di una ultima mirada a Jimin y los dos salimos de la cocina. Esperamos el momento perfecto donde los policías se distrajeron un poco y ese momento lo aprovechamos para salir.

-¡Aquí estamos! -gritó él

Los 4 policías que estaban reunidos nos vieron de inmediato y solo en ese momento, los dos nos separamos atrayendo con nosotros a dos policías.

Comencé a correr por donde la vida me diera paso, pero al mismo tiempo trataba de recordar las esquinas en las que giraba y en cuantas lo hacía.

-¡Niña! ¡Detente!

Si me detenían no sé qué harían conmigo, pero tampoco quería averiguarlo, porque, aunque no me hagan nada, seguramente me pedirán papeles de identificación y no tengo ninguno, mis padres Darcy y Elizzabeth Fitzwilliam no estarán aquí para ayudarme. 

Después de correr por un buen tiempo, al parecer ellos comenzaban a cansarse porque iban más lento, también yo, pero creo que la adrenalina me daba las fuerzas para seguir corriendo. Al final, llegué a un mercado donde había muchas personas, sobre todo mujeres, supongo que eran amas de casa o sirvientas que venían por cosas para la comida.

Era una buena ideameterme aquí y esconderme.

En cuanto entré al mercado me intenté mezclar entre las personas, lo que me funcionaba, pero necesitaba algo más así que busqué con mis ojos algo que me pudiera ayudar a esconderme.

Terminé encontrando una capa que había sobre un banco detrás de un puesto de frutas. No sé de quién era, pero la tomé de todos modos y me alejé un poco para que el dueño no me viera y ya lejos, me le puse, con todo y el gorro, bajé mi paso y me acerqué a otro puesto de frutas donde fingí estar viendo la fruta.

Los policías pasaron por detrás de mí, no me notaron y solo así pude regresar por donde había venido.

-¡Ey!

Un hombre alto y robusto gritaba desde detrás de su puesto de frutas, mirándome y apuntándome.

-¡Ladrona! ¡Se esta llevando mi ropa! ¡Ayuda!

Con esos gritos fue suficiente para atraer la mirada de los dos policías que me perseguían.

Me quité la capa y la dejé en el suelo, no tenía sentido usarla más y solo me estorbaba para correr. Salí del mercado y miré a ambos lados para decidir a dónde correr. Si corría la derecha estaría más lejos de la entra, si corría a la izquierda más cerca.

Terminé corriendo haciala izquierda y ellos detrás de mí.

Ya estaba cansad y quería esconderme, así que terminé por meterme en algún callejón que encontré, había basura así que lo usé como un escudo, había tablas de madera, algunas prendas rotas y viejas. Todo eso lo usé para crearme un escudo y esconderme de ellos. Escuche los pasos de los policías pasando la entrada del callejón y pasando de largo.

Sería más seguro quedarme aquí un buen rato, solo hasta que ellos se alejen lo suficiente como para poder escapar de aquí y probablemente pueda conseguir algo con que cubrirme por mientras.

Jimin

En cuanto ellos dos salieron de la panadería, Edric abrió la puerta trasera por donde los dos salimos.

Edric caminaba rápido entre las calles, sin decir una palabra y mirando a los alrededores que no hubiera nadie, no era una persona de muchas palabras, lo que era bueno porque no quería decirle quién era yo realmente.

A mis alrededores nohabía alboroto, no había policías y todo parecía estar demasiado tranquila.  

Me preocupaba saber dónde estaba o si estaba bien, me hubiera gustado ir a buscarla, pero si entró aún más a la ciudad y me encuentra un policía, las cosas serían más complicadas así que simplemente tuve que tragarme mi preocupación y seguir a Edric.

Al llegar a la salida los policías no parecían estar al tanto del problema que había dentro porque estaban muy tranquilos.

Los dos avanzamos, pero me detuve. Si el detector sonó antes porque seguramente hubo algún problema con la sangre si me vuelven a pasar eso encima, se darán cuenta de quién soy.

-¿Qué pasa? -preguntó Edric

-Es que... el detector -susurré en voz baja

Creo que él entendió un poco quien era yo porque su mirada cambio. Pero no para mal.

-No te preocupes, de salida no piden ningún papel ni pasan el detector, no es necesario

-¿En serio?

-Lo aseguro

-Bien

Los dos nos acercamos. A diferencia de la entrada, no había ninguna fila, así que salimos junto a algunas otras personas.

-¿Dónde es el punto de reunión? -fue lo primero que él preguntó

-Por acá

Comenzamos a caminar al punto de reunión.

-Entonces... ¿Eres un Atatu?

Me quedé en silencio.

-No te preocupes, ya estas fuera de la ciudad

-...Sí

-¿Y por qué quieres a mi hermano?

-Necesitamos su ayuda para regresar nuestra dimensión

-¿Es algo peligroso?

-No

-¿Regresará?

-Sí, en cuanto esto termine, él regresará de inmediato

-Esta bien, con eso me quedo un poco más tranquilo

-Me aseguraré de que él regresé a salvo, lo prometo

-Gracias

En cuanto llegamos al punto de reunión no había nada más que hacer, solo esperar por ellos dos.

Esperamos y esperamos pasó la mañana y según el reloj de Edric, ya eran las 4 de la tarde. Habíamos estado esperando por 3 horas y no había señales de ninguno de los dos y yo ya estaba comenzando a desesperarme. 

Los hijos de la línea 26 (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora