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-Entonces ¿Cómo puedo regresar? Necesito decírselos de inmediato

-Solo tienes que regresar a tu habitación, la 201 y volver a dormir

-Bien, pero, tengo una pregunta

-Claro -dijo la mujer

-La jefa Luna, no quiere regresas ¿Alguna idea para poderla convencer?

-Sabemos que ella no quiere regresar por su miedo a vivir como antes, pero, tiene información del desarrollo tecnológico de este mundo, solo tiene que regresar la tercera dimensión, no tiene que ser como antes

-¿No pasara nada si se llevan algo de información?

-No, no pasará nada

-Bien, bien

Me di la vuelta para apresurarme a regresar, pero volvía a mirarlos.

-Gracias por advertirnos de esto

-No hay de que -dijo la mujer

Solo alcance a dar un paso cuando una tercera voz sonó a mis espaldas haciéndome volver a girarme para ver quien era.

-¡Casi no alcanzo a llegar!

Tragué saliva y parpadeé un par de veces.

-¿A-Aby?

-Hola, Ivy

Ella llevaba unos pantalones de mezclilla azules, tenis blancos y una blusa azul cielo con puntitos blancos, de manga corta, hombros un poco bombachos y cuello como la mitad de un cuadro. Ella era igual a como la recuerdo, y su sonrisa no había cambiado en nada.

-¿C-Cómo...?

-Es mundo de los muertos aquí, amiga ¿Dónde esperabas verme? ¿En el infierno?

-¡No! ¡Claro que no!

Me parecía sorprendente verla de nuevo. Aby fue mi mejor amiga durante la primaria y la secundaria, pero cuando salimos, nos perdimos contacto, yo siempre quise volver a salir con ella, pero nunca lo hice, hasta que su madre me llamó entre lágrimas diciéndome que ella había muerto en un accidente de autos, des eso ya hace 4 años. Me lamente cada día desde entonces de no haberla llamado primero para volver a salir.

Me acerqué a ella y con un poco de duda levanté la mano para tocar su cara, pero ella tomó mi mano para entrelazar nuestros dedos.

-Soy yo, Ivy, la misma Aby que conocías

-Aby

Terminé por darle un fuerte abrazo y no puede contener las lágrimas.

-Lo siento, debí llamarte antes, quería hacerlo, pero no pasó, lo lamento, jamás dejaste de ser mi amiga, me dolió mucho cuando te fuiste

-Lo sé, te vi llorar como bebé por días y te he visto darme un muffin con una velita todos los días de mi cumpleaños, también lo hago desde aquí cuando es tu cumpleaños

Me alejó de ella y sonrió al verme llorar. 

-Nunca te había visto llorar -sonrió mientras a ella también se le cristalizaban los ojos

Nos dimos un último abrazo y en nuestro momento, la mujer nos interrumpió.

-Lo lamento -sonrió nerviosa

-No importa -me limpié las lagrimas

-Solo quería pedirte... que le dieras un mensaje a Jimin

-¿Jimin? -miré a Aby

-Son sus padres -susurró Aby

-Oh dios -me cubrí la boca con la mano -que grosera fui al no preguntar nada

-Tranquila, eres una linda chica -dijo ella

-Claro que pueden darme el mensaje, se lo daré en cuanto despierte

-Solo... solo dile que nunca lo dejamos solo, cuando morimos, nunca lo dejamos solo, estamos orgullosos de él, lo amamos, lo extrañamos y siempre estamos con él

-Jimin también los extraña mucho -dije

-Quisiera estar con él -los ojos de la mujer comenzaron a cristalizarse -pero me basta con que le puedas dar nuestro mensaje

-Claro que se lo diré

-Gracias -sonrió el hombre y miró a Aby -deberías acompañarla a su habitación

-Claro -me miró –¿Vamos?

-Vamos -sonreí tomando la mano de Aby y después de despedirme de los padres de Jimin las dos caminamos a mi habitación

Una vez en ese cuarto blanco en el que desperté, me recosté sobre la cama y ella igual.

-Tranquila, bebé -acarició mi cabello con un puchero -me quedaré contigo hasta que te duermas, no dejaré que el demonio de debajo de la cama te haga algo

-Ja, demonio, si sigues diciéndolo lo creeré, me han pasado tantas cosas últimamente

-Lo sé, te he estado viendo

-¿En serio puedes verme todo el tiempo?

-Claro, pero obviamente respetando tu intimidad, aunque debo admitir que he estado atenta todo el tiempo de ti y de ese chico Jimin

-¿Nos has visto?

-¡Claro! Son como mi novela poco romántica favorita

-Lo siento, no estoy segura si dejarme llevar, sé que al final... nos tendremos que separar

-Ivy, yo soy la que está muerta, no tú, la vida, las dimensiones, son sabias, precisas y no existen las coincidencias, si ustedes se conocieron y se quieren a pesar de vivir en dimensiones diferentes es por algo, déjate llevar ahora que vives

-¿Lo dices porque sabes algo? 

-Lo digo porque si yo siguiera contigo y un chico lindo como él se enamorará de mí, me dejaría llevar

-Es que...

-Sé que tienes miedo para cuando llegue la hora de separar caminos, pero, por algo se conocieron, por algo fuiste tu y por algo fue él ¿Me entiendes?

-Creo

-Toma mis palabras en cuenta

-Lo haré

-Ahora, duerme, debes regresas y avisarles a los demás -sonrió

-¿Quieres que le diga algo a tus padres?

-No -sonrió -suelo visitarlos en sueños, les he dicho lo que tenía que decirles

-¿Por qué a mi nunca me visitas?

-Tengo que ganarme las visitas y a las personas, apenas llevo 4 años aquí, dame tiempo y me tendrás fastidiándote en tus sueños

-Date prisa

-Lo haré, lo prometo

Las dos nos quedamos en silencio.

-Te extraño -dije

-Y yo a ti 

Le di un abrazo y al final terminé por quedarme dormida. 

-vy... Ivy... ¿Puedes escucharme?

La voz de Jimin me dijo que ya estaba de vuelta en casa, así que abrí los ojos cuando él volvió a llamarme.

Estaba en la habitación que me había dado Lucius en su casa.

-¿Ivy?

El rostro preocupado de Jimin fue lo primero que vi cuando giré un poco la cabeza.

-¿Estas adolorida? Iré por Lucius

Se quiso levantar de la silla donde estaba, pero lo detuve tomándolo del brazo.

-Estoy bien 

-Pero... de repente comenzaste a llorar ¿Nada te duele?

-No son lagrimas de dolor... dolor físico

Me incorpore en la cama con su ayuda.

-¿Qué fue lo que pasó? -pregunté 

Los hijos de la línea 26 (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora