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Los dos científicos del grupo se pusieron a trabajar de inmediato, en mi caso, me sentía como animal de laboratorio. Me hacían preguntas, me sacaron sangre, me pidieron un poco de muestra de cabello, de una de mis uñas, mi teléfono también fue parte de estos experimentos, todo lo que a ellos les pudiera ayudar a entender cómo funcionaban las dimensiones lo usaban.

Por consiguiente, no pudimos mantenernos en el hotel, Edric regresó a su panadería, Jimin, Lucius y yo a casa de él, Louis y la Jefa Luna cada uno con una habitación en el hotel. Las investigaciones las hacían en el salón de la universidad que le habían dado a Louis por lo que constantemente las personas del campus nos veían y los que en un principio de sorprendían al ver a una mujer en un lugar como ese, dejaron de mirarme raro después de unos días.

Llevábamos una semana con esto, Arthur tuvo que regresar a la aldea un momento a informar al que había dejado al mando que todo estaba bien, simplemente para tenerlo tranquilo y después regresó con nosotros de nuevo, él se quedaba en el hotel junto con la Jefa Luna.

Hoy por la mañana, cuando salimos de la casa de Lucius y llegamos a la ciudad, nos dimos cuenta de que el movimiento de personas era diferente a otros días e incluso cuando llegamos a la universidad nos dimos cuenta de que no había clases.

-¿Qué es lo que esta pasando? -pregunté mientras caminábamos al salón de siempre -¿Qué están celebrando hoy?

-El final de la guerra -respondió Lucius con su clásico habito de estar atento a sus investigaciones y poco atento a su alrededor. Era normal que Jimin o yo tuviéramos que tomarlo del brazo para moverlo en el camino y evitar que chocara con alguien o algo mientras él no se inmutaba de eso

-¿Hace cuanto terminó la guerra?

-Hace 56 años

Por lo menos no era una herida recientemente nueva, supongo que las celebraciones del fin de esa guerra año con año son más divertidas. Ciertamente me daban ganas de por hoy no estar en el laboratorio, quería salir a la ciudad y ver cómo son las celebraciones aquí, pero el tiempo es poco y cada minuto cuenta.

Cuando llegamos al laboratorito todos los demás ya nos esperaban como siempre, la Jefa Luna, Arthur y por supuesto Louis.

Era aburrido estar aquí, muchas manos en este lugar eran de sobra, pero tampoco es como que pudiéramos estar en otro lado, era aquí o casa de Lucius.

-¿Cómo va todo?

Por la tarde, Edric llegó.

-Como van todos los días, creo -dije

-Pensé que se tomarían el día -miró a su hermano, pero Lucius estaba demasiado concentrado como para ponerle atención a las palabras de su hermano -creo que pedí demasiado ¿No? -nos miró con una sonrisa

-Eso creo -dije

-Bueno ¿Qué tal si por hoy vamos nosotros?

-¿En serio? -me emocionaba la idea de poder ir a esa celebración

-Sí, sería bueno que después de todo este tiempo se tomen un momento libre para ver mi ciudad

-¿Qué pasa con tu esposa? ¿No pasas el día de hoy con ella?

-Los niños fueron con los padres de Mily y ella también, le dije que unos alumnos importantes de mi hermano habían venido a la ciudad para ayudarlo en una investigación, pero sabiendo como es él, no los iba a llevar a la celebración, así que era papel mío ser un buen segundo anfitrión de su visita ¿Vamos?

Louis y Lucius estaban en lo suyo y no nos habían escuchado, así que me acerqué a ellos.

-¿Podemos ir a la ciudad a ver la celebración? -sabia que Lucius no me haría caso tan fácilmente, por eso lo tomé del brazo y lo agite un poco hasta que me vio

-¿Ah?

-Edric nos llevara a la ciudad a ver la celebración

-¿No es peligroso? -preguntó Louis

-Estará bien -dijo Edric -los policías van a estar demasiado concentrados en pasarla bien, hoy intentan evitar tener trabajo a toda costa

-¿Estas seguro? -preguntó Lucius

-Es triste que me preguntes eso ¿Sabes? ¿Hace cuanto tiempo no vas a la celebración del fin de la guerra?

-Hace... un par de años

-Déjamelo a mí, no se preocupen por ellos y enfóquense en la investigación, aunque deberían tomarse un descanso, sé que no lo harán, pero ya lo dije

Al final, todos nosotros dejamos a ellos dos con sus cosas y seguimos a Edric como patitos siguen a la mamá pato, la jefa Luna y Arthur detrás de él y Jimin y yo detrás de ellos.

-¿Puedo? -fue lo primero que preguntó cuando estuvimos afuera y tomó mi mano

-Ya la tomaste -sonreí sujetando mejor su mano -no era necesario preguntar

-No quería incomodar

-Jimin -lo miré con una sonrisa -si tu presencia fuera incomoda, te lo hubiera dicho desde hace tiempo

-Lo sé -sonrió él también

Llegar al centro de la ciudad donde era el mero nacimiento de la celebración era divertido, había muchas cosas, comida, bebidas, juegos de azar, puestos de accesorios, bailes callejeros, concursos, era toda una celebración sin duda alguna.

-En canto den las 7 de la noche -gritó Edric para poderlo escuchar -tocaran las campanas de la torre central, fueron tocadas el día que terminó la guerra, a la misma hora, después de eso, es más celebración, tomen

A cada uno nos dio 6 monedas de bronce.

-No es mucho, pero pueden comprar dos o tres cosas

-Gracias

Todos continuamos moviéndonos juntos, aunque me hubiera gustado explorar esto por mi cuenta, sé que separarnos es peligroso y estúpido, no pienso ser la idiota de la película que sugiere separarnos en un momento o situación como esta para que al final terminen atrapándonos uno a uno.

Todo era muy divertido, la música que sonaba al fondo era diferente a la que seguramente había escuchado Jimin en su mundo y era diferente a la que había en el mío. No era muy diferente, solo un poco diferente, pero aún así era divertido. 

Esto lo estábamos disfrutando mucho que incluso por primera vez desde que llegué aquí, pude ver a Arthur sonriendo.

-Wow, no creí que podría ver esto -dije

-Es difícil que sonría, pero lo hace de vez en cuando -dijo Jimin 

Los hijos de la línea 26 (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora