𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐞

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El enemigo de mi enemigo.

Estaba ahí. Sentado en esa podrida carreta, con mi uniforme colocado. Estaba rasguñado y algo sucio, pero era lo único que podía portar en este momento. Podía escucharlo, ese estruendo. Incluso, sentado en esta madera, podía sentir el suelo tambalear. Tenía mi mirada cerrado, intentaba descansar. Era la primera ves en mucho tiempo que mi energía pesaba más que inclusive mi cuerpo. Por eso, no me desistía, solo me dejaba descansar y retomar la fuerza necesaria. Aún así en este estado, con la falta de un ojo y dos dedos, me sería inútil poder combatir. Era extraño, el hecho de permanecer fuera de combate, pero era lo necesario para aún poder mantenerme con vida. En este momento, lo único que parecía hacer que mi corazón latiera, era el hecho de que había alguien esperando por mi regreso, alguien que dependería de mi, solamente de mi. Esperaba que donde sea que estuviera mi hijo, fuera en un lugar seguro. Enloquecería si no es así, quizás la mayor parte de este día no he podido pegarme al sueño por no dejar de pensar en él, pero me era inevitable no hacerlo, Liam era lo único que tenía, lo único que Adeline me dejó. Él debía estar asustado, con todo este estruendo, debía estarlo. Desearía haber podido cambiar las cosas, si me hubiera quedado, ¿la hubiera salvado? No, no entiendo porque sigo respondiéndome lo mismo.

La vaga carreta se detuvo, por lo cual continué apegado a esas sábanas sin querer cuestionarme la razón de su pausa. El estruendo continuaba, pero me denegaba a ver el horror que yacía frente a nosotros. No quería desistir, así que me mantenía frío y distante en esta situación tan espeluznante, en donde el principal autor se adjudicaba en Eren. Por esa razón, me mantenía con mi mirada cerrada, yo no quería ver lo que él había creado por la impulsividad de sus tomas de decisiones. ¿En qué momento creyó que esto era lo más sensato? ¿Protegernos? ¿Salvarnos? No queríamos ser salvados, no queríamos vivir en este infierno, desde hace mucho tiempo veníamos luchando desde antes de los titanes, una paz falsa no era lo que queríamos. Lo único que deseábamos en este momento, era salvarlo a él. Eso, lo hacia irónico, muy irónico. Aislado en esta carreta, la cual no se movía desde hace rato, empezaba a cuestionarme el porqué, obligándome a estabilizarme físicamente. Debía preocuparme, porque Hange no parecía estar cuerda en esta situación tan abrumadora. Escuché voces en el fondo, por lo cual abrí mi mirada. Apegado aún a mis sábanas, me giré anonadado para observar aquel gran titán cuádruple que pude reconocer. Me sobresalte, pero no pude moverme, era inútil en este estado físico.

—¡Oye!—la llame, llame a esa maldita cuatro ojos, quien yacía frente a ese titán, y aparentemente, un hombre aún lado de ella.—Maldita sea, solo me recosté un momento y esto es lo qué pasa... —masculle en medio de un gruñido.

—¡No pasa nada Levi!—exclamó Hange, mientras que me quede recostado, observando los fríos tonos del cielo, el cual empezaba a deslucir su anochecer.

—Entonces, será otra noche sin ti.—murmuré, mirando al cielo.—Pero, no porque estés lejos. Si no, porque te has ido. ¿No es así, Adeline?—me pregunté, sintiendo la pesadez de mi corazón por el avistamiento de su imagen en mi mente.

—¿Qué dices, Levi?—levante la mirada, observando a Hange taparme la vista del cielo.

—Quítate.—le pedí, estrechando mi mano con dificultad, para poder seguir observando el cielo.—Quiero estar en paz, vete hacer tus mañas de titanes a otro lado.—musité, viendo como ella río pasmada por mi comentario.

—Discúlpenlo, estamos de luto.—expresó Hange, obligándome a mirar aún lado, viendo como ellos se habían acercado, por lo cual pude ver a una mujer encima de aquel titán cuádruple.—Él es Levi Ackerman, deben conocer su clan, por supuesto tiene extensas habilidades y fuerza, es la razón de que aún esté con vida. A pesar de que los lanza relámpagos que inmovilizarían a Zeke, detonaran frente a él.—contaba Hange, mirándoles, pero ellos mantenían silencio.

𝐒𝐎𝐋𝐃𝐈𝐄𝐑 𝐖𝐈𝐍𝐆𝐒 ──𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora