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Mateo

Salí de la cafetería con el humor por el piso. ¿Qué rayos hacía Camilo acá? ¡¿Y por qué Amber tenía que haber contestado el maldito teléfono?!

"Truenito". Dios. Si se daba cuenta de quién era realmente yo...

Cerré los ojos con fuerza tratando de disipar la rabia antes de reencontrarme con mi amigo.

La puta madre. ¿Por qué no pudo avisarme antes? Las sorpresas apestaban.

Aceleré el paso, y desde allí pude ver a Camilo sentado en el andén de la casa de mi abuelo. Se iba a congelar el muy tarado.

—¿Qué hacés ahí afuera? —le cuestioné.

—Se dice, hola, ñeri, te extrañé —me corrigió y yo rodé los ojos—. Uy, no estás de humor hoy al parecer.

—Y obvio que no, estaba durmiendo plácidamente hasta que se te dio por poner las vacaciones de cabeza —le solté.

—Ya sé que la cagué con la minita esa, aunque ella dijo que solo eran amigos, cosa que no me tragué, claro, porque qué hacía ella contestando tu teléfono y...

—Entremos mejor. Acabé de despertar y ya me siento agotado... —dije y entré a la casa—. ¡Hola! —saludé en voz alta a quién estuviera despierto.

—Tu familia salió —avisó Camilo.

—¿Adónde? —cuestioné subiendo las escaleras antes de adentrarme en la habitación donde me estaba quedando.

—No sé, iban bien abrigados —dijo y yo negué con la cabeza.

—Pues obvio, mirá el clima —le dije a Camilo y él suspiró pesadamente antes de sentarse conmigo en la cama—. ¿Qué hacés aquí? No te aguantás medio día sin mí, boludo.

—La verdad es que estaba re aburrido allá, y además no me soporto a la otra todo el tiempo encima preguntando por vos —dijo Camilo y sin quererlo mi corazón brincó en mi pecho.

No es que me emocionara, me ponía más bien nervioso... y molesto.

—Que se joda —dije enojado.

—Y sí —dijo Camilo resoplando—. Lo peor es que en las jodas va re tranqui con el gato ese.

—Mejor callate, Camilo. Ni me interesa saber qué es de la vida de ella y menos con quién va o no a las fiestas.

—Yo solo digo que es una caradura —dijo él y yo bufé mirando por la ventana—. Si no querés hablar de Sara, hablá entonces de la piba que me contestó hoy. Me dejó claro que no era la rubia. ¿Qué hacías en su cama?

—Y bueno, como ella misma te dijo, es mi amiga. Me quedé a dormir porque me estaba cagando de frío anoche —le aclaré—. Y no sé qué mosca le picó que contestó mi celu.

—Sonaba amable igual...

—Sí, es muy linda ella, pero... nada que ver. Vos sabés que no estoy para esas en estos momentos —dije.

Sé que estaba mintiéndole, que ella no era ese "nada que ver", pero en lo que no mentía es que no estaba para esas cosas ahora.

—¿Y se lo estás dejando claro a ella, o la estás ilusionando al pedo? —preguntó.

—Na, solo somos amigos —recalqué—. Solo le he buscado el lado a la rubia de la que te hablé, solo estoy buscando sexo con ella, ya sabés..., distracciones. Ella se nota que busca lo mismo así que no estoy jugando con ella —dije y Camilo asintió.

—¿Saben quién sos?

Uy, no para de hacer preguntas éste.

—No, ninguna de las dos.

—¿Ni tu amiga? —preguntó Camilo frunciendo el ceño.

—Ella no, con más razón. ¿Para qué querría que supiera quién soy? Con que me conozca a mí, es decir a Mateo, es suficiente —dije y Camilo negó con la cabeza.

—Yo soy tu amigo, conozco tus dos facetas y...

—Es diferente. Me conocés desde pendejo. Sé que nunca tendré una relación amistosa u amorosa auténtica a partir de ahora, y eso me lo dejó muy claro Sara.

La cara de Camilo transmitía pena, pero me daba igual. Ya había sucedido y no podíamos hacer nada al respecto.

Mi amigo optó por cambiar de tema y comenzó a contarme como iban los demás pibes, algunos sacando par de temas y otros freestyleando.

—Valentín salió del país recientemente. La está rompiendo —dijo Camilo y sonreí de solo imaginar al Wosi en la tarima.

Era un groso.

Me seguía contando diferentes anécdotas pero mi mente se fue a otro lado; a la cabaña. ¿Qué estaría haciendo Amber? ¿Estaría haciendo chocolate? ¿O su tía la habría dejado descansar? ¿Habrá hecho galletas? o, ¿estará en la biblioteca recomendando novelas tontas?

¿Se habrá enojado conmigo?

Me doy una palmada mental. Obvio que se enojó conmigo. ¿Y si ya no quiere ser mi amiga?

—Mateo.

La seriedad en su tono de voz me regresó a "mi" habitación.

—No me escuchaste un carajo, boludo. ¿En qué pensás ahora?

—Creo que Amber se enojó —dije y él alzó una ceja.

—¿Amber...? ¿la piba de la llamada? —preguntó y solo asentí con la cabeza—. ¿Por qué?

—La traté mal... —me rasqué el brazo.

—Eh..., ¿seguro que es solo una amiga? —frunció el ceño y yo rodé los ojos.

—Sí —aseguré.

—Pues no parece. Estás muy preocupado por ella y me atrevería a jurar que ella es lo que te tiene tan distraído...

—Tas flasheando colores, ñeri... —dije aunque sabía que tenía la razón. No estaba actuando con Amber como una simple amiga. Suspiré—. Que sé yo, boludo...

—No confundás las cosas, Mateo. Si vos decís que ella es solo tu amiga, bien. Pero si estás pensando en ella de otra manera, no tenés la estabilidad ahora como para tener una relación con ella, y vas a terminar usándola como el clavo que saca otro clavo... —Tragué saliva ante la crudeza de sus palabras—. Y por último, si estás jugando... no vaya a ser que confundás las cosas y te de un resultado que no querés. ¿Vos querés enamorarte ahora?

—Sabés que no... —hablé en un tono tan bajo que creo que ni yo me escuché, sin embargo, parece que Camilo si lo hizo.

—Entonces actuá de forma que no te vayás a enamorar.

Cerré los ojos tomando aire. Tenía razón, pero no podía pensar en alejarme de ella.

Los recuerdos de esta mañana, de su cintura en mis brazos, del calor de sus piernas contra las mías, del olor de su cabello en mi almohada.

El terror me recorrió con rapidez y los recuerdos fueron reemplazados por los últimos días en Buenos Aires antes de venir aquí. El llanto, el corazón tan roto como mi confianza.

¿Qué clase de imbécil estaba siendo, confiando ciegamente en Amber? ¿por qué estaba actuando así con ella?

¿Por qué dejé que arrasara tan fácil conmigo?

Tenía que alejarme.







Holaaaa. Bellas, perdón por no actualizar antes. Estoy un poco enferma, así que no tenía ganas de nada. Sin embargo, aquí estoy de vuelta.

Puede que suba otro cap, sino, lo haré mañana<3 las amooo.

Snow ; TRUENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora