Lejos

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Espero que les guste~

Mirabel, cuando tomo la precipitada decisión de irse del Encanto, llevándose a su primo/hijo con ella, no esperaba muchas cosas. No esperaba que la gente del pueblo al que llegaron los recibiera con los brazos abiertos y sonrisas amables; no esperaba que una mujer viuda y su única hija les dieran un lugar para dormir hasta que pudieran tener el propio; no esperaba que todos la adoraran por sus diseños y le pagaran por ellos; no esperaba conseguir una mejor amiga que le creía toda la loca historia de la magia y los dones; no esperaba reencontrarse con su tío innombrable; no esperaba sentirse tan bienvenida y cómoda allí. Por supuesto, a pesar de haberse adaptado y sentirse como en casa, no quitaba que extrañará a su madre y a su padre, no quitaba que extrañara a sus hermanas, no quitaba que extrañara a sus tíos y primos. Los extraña, en serio que sí, pero no puede encontrar la fuerza en su interior para volver. Es un pensamiento que nunca cruzó por su cabeza. Claro, le ofreció a Antonio muchas veces la oportunidad de volver pero este siempre se negaba, sonriendo, diciendo que estaba feliz donde estaba.

-¿Crees que hice lo correcto?- es una pregunta que ha estado en su mente durante un tiempo pero es la primera vez que lo dice en voz alta. No se arrepiente ente de su decisión, no había caso en arrepentirse a esas alturas, pero a veces, en momentos donde no se siente muy bien, se pregunta si pudo haber cometido un error. Mira a Bela, hija de la mujer que que les había ofrecido un lugar para quedarse y su mejor amiga del momento, esperando una respuesta.

-Mi mamá siempre dice que puedes amar a tu familia más que a nada en el mundo, aceptar los errores y resolver  las peleas...- hablo Bela después de unos segundos de silencio, pensando en las palabras que iba a utilizar. -...pero eso no lo es todo- eso llamo su atención, Mirabel viendo a su amiga con curiosidad. -La distancia puede parecer precipitada, en especial en un caso como el tuyo, pero en muchos casos, es lo mejor que puedes hacer- se acerco, tomando la mano ajena y dándole un suave apretón. -La distancia hace bien en muchos casos porque te permite digerir mejor tus sentimientos, permite curar heridas...- sonrió suavemente. -...y te permite descubrirte a ti misma- Mirabel la mira fijamente, sintiéndose sorprendentemente aliviada ante las palabras ajenas. -Así que, en mi opinión, no creo que hayas cometido ningún error-

-G-Gracias- sollozo por alguna razón, sintiéndose como si un peso se hubiera quitado de sus hombros. Lloro ligeramente, con una mezcla de sentimientos acumulados desde hace muchos años, teniendo la mano agarrando la suya y las suaves palabras ajenas como consuelo.

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