JungKook piensa que todos los seres merecen ser amados y respetados, hasta que los brujos y brujas comienzan a secuestrar hadas para quitarles su polvo y el hermano de Jungkook es capturado por uno.
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Jungkook rió bajito y el brujo empujó su cabecita con su índice para indicarle que volviera a esconderse en su bolsillo.
El hadita le había estado insistiendo en querer salir no solo al bosque si no a ver el pueblo de los brujos y Taehyung nunca se imaginó que algo tan pequeño pudiera llegar a ser tan terco.
Y es que cuando el príncipe decidió explicarle al hadita lo que era un mercado el pequeño pelirosa no había parado de rogar por ir con él, y en verdad no paró hasta que el brujo le prometió llevarlo la siguiente vez.
Ahora el problema era que Jungkook insistía en asomarse por su bolsillo y a este punto alguien se daría cuenta del hada oculta en sus ropas pero a la criaturilla parecía no importarle en absoluto.
Casi parecía que lo había tomado como un juego y ahora se reía cada vez que sus ojitos se asomaban, a Taehyung comenzaba a palpitarle su párpado derecho.
— basta, Jungkook— el hadita negó, volviéndose a asomar por encima del pliege en la tela de su camisa, su cabello rosado resaltando en la tela negra, sin embargo, los otros brujos solo veían una bonita rosa de color rubí adornar el elegante traje del futuro heredero.
Porque al parecer a Jungkook se le había ocurrido decirle solo hasta ahora que podía hacer que otros lo vieran de forma distinta por cuestiones de seguridad de las hadas.
El hadita solo había asentido con una sonrisa angelical pero Kim sospechaba que aún le tenía bastantes sorpresas sobre la naturaleza de su especie.
Taehyung supuso que en un pasado el hadita no le habría mentido con tanto descaro, pero desde el día que lo vió bailar Jungkook se había estado comportando bastante confianzudo y a pesar de que al príncipe le incómodaba hasta cierto punto no había puesto mucha resistencia al cambio de actitud.
— ¡oh!¡Príncipe brujo!— el brujo murmuró casi gruñendo en respuesta. — ¿podría comprar esas gemas?—.
El hadita se sujeto con fuerza a los bordes del pequeño bolsillo de su camisa, inclinándose hacía adelante y señalando un puesto de piedras preciosas con su dedito.
Taehyung refunfuño frustrado pero asintió, hablando con voz baja al hadita.
— ¿Si lo hago te mantendras calmado el resto del camino?— el pelirosado lo miró con ojitos grandes y asintió, alzando su meñique.
El hadita asintió entusiasmado, y señaló las dos piedritas que quería.
El brujo respiró profundamente, su temple poniéndose a prueba ante la incomodidad de sus sensaciones.
Taehyung tomo un trozo de sodalita y uno de rodonita, pagando por ambas gemas y guardandolas en el mismo bolsillo en el que se encontraba el hada. Jungkook movió sus alitas alegremente, pequeños destellos rosas brillando en el interior de aquella tela oscura.
Kim volvió a suspirar.
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Jungkook arreglo ambas piedritas, colocandolas dentro de un frasquito que originalmente Taehyung utilizaría para sus posiones pero que de forma sospechosa había terminado debajo de la cama del brujo, junto con otro montón de cosas que al parecer el hadita había coleccionado, y llenó el frasquito con arena negra y blanca, dejando algunos de sus pollitos brillositos de hada para darle brillo al arreglo, colocandolas en la mesa de su sala.
El príncipe lo observó con un rostro impasible. No tenía ni idea de porque el hadita se veía tan feliz con ese simple arreglo en su sala pero no estorbaba realmente así que solo le dejaría hacer.
El hadita aplaudió feliz y sonrió en grande al terminar.
— ¿Para qué es eso?— el pelirosado lo miró con los labios algo abultados y la cabeza ladeada.
— bueno, principalmente es para decoración, pero las piedras preciosas también conllevan cierto tipo de energía— el hadita señaló la piedra azul con detalles blancos— la sodalita simboliza profesionalismo, integridad, seriedad, sensatez, simpatía y estabilidad emocional— su dedo se desvío a la piedra rosada— la rodonita simboliza pureza, inocencia, dulzura, ternura, amor y pasión—.
Taehyung asintió, el tenía un poco de conocimiento acerca de eso pero nada muy elaborado, generalmente él trabajaba con su propia energía corporal y espiritual así que no se dignó mucho a investigar sobre la energía de otros objetos o criaturas a menos a que las necesitará para algo en específico.
— ¿Te gusta estudiar las piedras?— el hadita asintió emocionado.
— no las estudio porque nuestro pueblo no es minero pero recuerdo que una vez hablamos con unas hadas mineras que pasaron a pedirnos comida y ellas nos platicaron bastante sobre eso, me pareció interesante— Taehyung asintió, si era honesto consigo mismo el estudia de la energía mineral si parecía bastante interesante.
El brujo suspiro.
— puedo comprar más piedras, si quieres— el pelirosa lo miró con ojitos brillantes y agitó sus alitas, juntando sus manos frente a su pecho.
Taehyung pensó que las hadas siempre se veían tan delicadas. Jungkook estaba ahí, sentado en el piso, porque nunca se sentaba en el sofá, de cuclillas y cruzando sus pies descalzos para apoyarse sobre ellos, con esa mirada ilusionada y esa sonrisita angelical.
El príncipe pensó que se veía justo como las hadas dibujadas en los libros de seres mágicos.
De cierta forma era a lo que su madre llamaba...
Una bonita imágen.
El azabache pensó que Jungkook era bonito, bastante bonito.
No sé si ya pregunté esto antes pero ¿Quién creen que se vaya a enamorar primero?¿Y quién creen que se enamorara más fuerte?
Es que ví un post que decía que Taehyung cayó primero pero Jungkook cayó más fuerte y dije ueueueuue que lindo. Pero en esta historia ¿Quién sería quién?
Bueno, lamento haber tardado tanto, no me salían las palabras para escribir el capítulo.
