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No había mejor sensación para JungKook que la de estar a la intemperie a mitad de la noche estrellada, oyendo los ruiditos nocturnos y sintiendo las caricias de la brisa fresca sobre su nívea piel.

Normalmente iba acompañado de su hermano mayor, Junghyung, pero su hyung estaba ocupado investigando las desapariciones recientes de hadas.

Y el pelirosa mentiría si dijese que no estaba preocupado por toda la situación. Hace pocos días algunas hadas habían desaparecido de la aldea y durante esos días habían estado encontrando evidencia de la presencia de brujas cerca del bosque.

Aunque la mayoría de hadas estaba convencida de que los hechiceros eran los culpables los hermanos Jeon siempre habían sido de un gran corazón, portadores de la más pura bondad.

Ingenuos.

Así que Junghyung había ido a buscar pistas para ver quién era el culpable.

El pelirosa solo esperaba que su hermanito llegará a tiempo para el festival que harían en bienvenida al otoño mañana en la noche.

Jungkook suspiro y bostezo mientras se estiraba, para después tallarse sus párpados con los puños.

Tenía sueño.

Bostezo y estiró sus brazos y su espalda, luego, se dirigió al ratoncito negro que lo esperaba mascando una semillita.

- vamos Hani- se subió en el lomo de su mascota y se adentro al pueblo de las hadas.

Y así fue como el pequeño hada se fue a dormir dentro de su casita en el pueblo sin notar que los ojos de alguien yacían sobre el.

- ¡JEON JUNGKOOK!- el chico frunció el ceño ante el grito y entreabrió uno de sus ojitos avellana para ver quién fastidiaba sus horas de sueño

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- ¡JEON JUNGKOOK!- el chico frunció el ceño ante el grito y entreabrió uno de sus ojitos avellana para ver quién fastidiaba sus horas de sueño.

Al ver a su mejor amigo, Jimin, parado en frente de su cama, con los brazos cruzados y sus alitas blancas agitándose con molestia, decidió solo bufar y esconderse dentro de sus sábanas.

- No quiero-.

- ¡me lo prometiste, Jungkook!-.

-nu huh~ lo soñaste- y JungKook estuvo a punto de dormirse otra vez, pero su boca se abrió al sentir toda una cubeta de agua ser tirada sobre sus sábanas.

Sus ojitos castaños se empuñaron y se sentó en la cama empujando las sábanas mojadas al piso.

- oops, perdón kookie- y una risita angelical salió del pequeño demonio de alas blancas.

- ¡Jimin! ¡¿Sabes lo que se tardan en secar las alas!? ¡Tendré que ir caminando a todos lados por tu culpa!- Jimin y Jungkook se miraron por un largo rato con el ceño fruncido y luego rieron.

𝐶𝐿𝐴𝑀𝑂𝑅 | taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora