JungKook piensa que todos los seres merecen ser amados y respetados, hasta que los brujos y brujas comienzan a secuestrar hadas para quitarles su polvo y el hermano de Jungkook es capturado por uno.
• Criaturas mágicas y mitología.
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Taehyung nunca creyó que algo así llegaría a pasar, pero ahí se encontraba, en el castillo de sus padres por propia voluntad. Había renegado bastante ante la idea de Merlín sobre ir a su hermano mayor por consejo, al final había terminado aceptando solo para que el felino lo dejara en paz. Por nada del mundo pediría ayuda, sobre todo en ese asunto, levantaría muchas preguntas que no podría responder y pondría en peligro innecesario al hadita que se hospedaba con él.
Aun así, se le había ocurrido otra opción que tal vez podría ayudarlo con los sentimientos que el hada causaba en él.
Taehyung pasó casi con rapidez por los conocidos pasillos, tratando de evitar encontrarse con alguna cara familiar que quisiera saludarlo.
Cuando llegó a la puerta que buscaba, la empujo con ayuda de su magia, las enormes puertas hechas con madera de roble eran del mismo tamaño que aquellas que marcaban la entrada del jardín del castillo, aquellas que solo podían abrirse mediante un mecanismo de cadenas. Habían sido de ese tamaño para que nadie que no poseyera magia suficiente para moverlas fuera capaz de entrar a la biblioteca real.
Entre los libros que ahí se guardaban estaban todos los libros de hechicería y magia conocidos, se encontraban también todos los registros de todos los seres vivos del planeta, desde una diminuta bacteria hasta el más grande gigante, todo se encontraba ahí. Había también réplicas de libros de otras civilizaciones, de humanos, de elfos, de cada criatura con la que podrían haber tenido contacto. Esa bodega de letras entintadas en papel resguardaba conocimiento, y el conocimiento otorgaba muchísimo poder.
Taehyung se adentró por los largos pasillos observando las inscripciones en los costados de las librerías, buscando la sección perteneciente a los humanos. En su conocimiento, los humanos tendían a ser los más apasionados y fascinados con el concepto del amor.
A Jungkook parecía encantarle las historias fantasiosas, según él, las hadas también amaban contar historias. Taehyung le había comprado algún que otro libro de ese tipo en el mercado para que los pudiera leer cuando no tuviera más quehaceres pendientes en la cabaña.
Parecían tan encandilados con la idea de una pareja romántica que creaban miles de historias fantasiosas que se centraban únicamente en una pareja, siempre se había preguntado qué era lo que los llevaba hasta tal fijación por aquel tema, pero ahora mismo, eso le sería de gran utilidad.
Tomo un libro que contenía una colección de literatura humana y lo abrió, sentándose en uno de los sofás que se encontraban disponibles y comenzó a leer.
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Cuando el brujo abrió la puerta de su cabaña se encontró al hadita sentado en el suelo junto al sofá, recargando su cabeza el este mientras leía uno de los libros que le había comprado
Taehyung se deshizo de su largo abrigo y joyas, dejándolas en la mesita junto a la puerta y estirando su cuello para finalmente llegar al sillón, tomando asiento con sus piernas junto a la cabeza del hadita.
—¿Es una nueva historia?
El pelirosa asintió con alegría, sin despegar sus ojos de las páginas de aquel libro, pareciendo especialmente emocionado por aquella historia.
—¿De qué trata esta vez?
Esa pregunta causo que el hadita lo volteara a ver, sonriendo en grande y encogiéndose de hombros. Taehyung parpadeó, apartando la mirada de aquellos ojos brillositos.
—Es sobre un reino en el que avistan a un monstruo, todos piensan que es un vampiro en sed de sangre así que mandan al mejor cazador a matarlo —Jungkook cerró el libro, dejando una hojita en la página en la que se había quedado para continuar después con el libro y se volteó hacia el príncipe para continuar su relato —Pero hay algo raro, el vampiro parece más fuerte y rápido de lo que normalmente serian, el cazador tendrá que averiguar cómo deshacerse de él antes de que las cosas empeoren.
Taehyung escuchó el relato atentamente, asintiendo al terminar de oír la premisa de la historia, Jungkook volvió a sonreír quedito, mirándolo con ojos brillantes nuevamente y volviendo a hablar.
—El cazador me recuerda un poco a usted, príncipe.
Taehyung alzó una ceja.
—¿Sí?¿Por qué?
El hadita le sonrió con algo de pillería, arrugando su naricita y aguantando la risa.
—Es bastante malhumorado igual que usted
El del pelo rosado se cubrió la sonrisa con su manita, riendo suave al notar como el ceño ajeno se frunció por un microsegundo antes de volver a su usual cara neutra.
El brujo suspiró, levantándose del sillón y dirigiéndose a la cocina hablando fríamente.
—Tengo hambre.
El hadita rio de nuevo, levantándose de un salto y rebasando al brujo para comenzar a cocinar para él. El brujo tomó asiento en la pequeña mesa al centro de la cocina, tomando una pose cómoda para observar al pelirosa comenzar a moverse por la cocina.
En un día anterior se había encontrado con el chico hablando en voz alta a Merlín y ese pequeño roedor, les explicaba casa paso que se requiere y cada ingrediente usado en sus recetas. Le parecía algo gracioso que les explicara con tanto detalle considerando que ninguno de los dos animales llegaría a cocinar nunca, por lo cual aquella información era innecesaria. Aún así, ambos escuchaban las indicaciones del hada con atención, no quitando su mirada de las manos habilidosas del hadita.
A partir de eso Taehyung pensó que podría unirse a esa actividad, después de todo el tampoco usaría nunca esa información ahora que Jungkook se encargaba de la comida, sin embargo, debía admitir que oír el parloteo ajeno y ver como iba de lado a lado agregando ingredientes a sus platillos era sumamente entretenido.
Aunque para ser sinceros, últimamente encontraba cualquier actividad relacionada con el hada resultaba ser de su agrado.
