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Cuando Jungkook despertó, lo primero que sintió fue una molestia aguda en su espalda, peligrosamente cerca de sus alas. El pelirosa frunció su carita y se quejo por el dolor, deseando que sus bonitas alas no hubieran resultado dañadas.

Se sentó y parpadeó, sintiéndose confundido y mareado. Estaba encerrado en un frasco de cristal junto a una ventana que daba a un jardín con varias plantas y flores.

Volteó hacia arriba notando una rejilla que tapaba la boca del frasco. Según lo que pudo observar a su alrededor, se hallaba sobre un escritorio de madera de roble, a su lado habia unos cuantos libros abiertos y otros frascos llenos de sustancias y polvos.

Su sentido del oído se agudizó al sentir las vibraciones de pasos acercándose. El hada busco en donde esconderse, pero era claro que no podría salir de aquel contenedor de vidrio. Cuando los pasos se detuvieron frente a la puerta del cuarto, Jungkook se hizo bolita en la esquina del frasco y oculto su cabeza entre las piernas.

- Príncipe, con todo el debido respeto, creo que no necesita de la ayuda de la señorita Ha- una voz grave y formal se hizo sonar detrás de la puerta.

Jungkook supuso que el tal "Kimhyung" debería de ser alguien verdaderamente importante.

Solo esperaba que ese no fuera su captor.

- Seojoon, quién yo decida que debe ayudarme en la supervisión de mi hada no es de tu incumbencia- si la voz anterior era grave, está era de ultratumba, con un tono tan sombrío y helado que hizo a Jungkook temblar en su lugar.

En verdad deseaba que ese no fuera su captor.

La manija de aquella puerta de madera se movió con tanta lentitud que el pelirosa llego a pensar que quien estaba del otro lado lo hacia a propósito para torturarlo. Cuando la puerta se abrió Jungkook decidió que no quería ni mirar, poso sus ojos rápidamente en su regazo y se encogió lo mas que podía.

- Oh, campanita despertó- Jungkook apretó sus labios cuando sintió como tomaban el frasco y lo levantaban - ow ¿que pasa?¿campanita tiene miedo?- Un chillido salio de la boca del hada cuando el frasco se agitó bruscamente, sintió los ojos llorosos cuando la punzada en su espalda regreso y el frasco no paraba de moverse. Jungkook solo pudo intentar protegerse con sus brazos y desear que parará.

- Basta ¿eres idiota o te haces?- el movimiento paró y el hadita soltó un sollozo, cualquiera miraría con pena a la pobre criaturita temblar y llorar encerrado en ese frasco, atrapado con esos monstruos. - Tal vez a ti no te interese si tus hadas mueren o viven, pero yo necesito polvo de hada, y para eso ¡el hada debe de estar viva!-.

Los dos brujos se quedaron viendo al hada en silencio, el mayor de ellos hecho un vistazo por varios ángulos y se sorprendió al ver las alas que aquel chico cargaba en su espalda.

- Príncipe ¿Donde encontró un hada de cristal?- La voz del tal Seojoon se oía impresionada.

- Entrene a Merlín para encontrar una- Taehyung sonrió ladino.

- Por supuesto, el heredero solo merece lo mejor- Jungkook se sintió morir ¿eso significaba que su vida estaba en manos del brujo que daba miedo? Soltó un pequeño sonido por el miedo. Inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho cuando ambos hombres voltearon a verlo. - ¿Me permitiría analizarlo un poco? no tenemos muchas notas sobre hadas de cristal-.

- Por supuesto- El pelirrosa volvio a llorar cuando el brujo que daba miedo ingreso su mano por la rejilla y lo tomo en su puño. El brujo pelinegro alzó una ceja mientras veía con indiferencia a la criatura llorar desesperadamente - hey, deja de llorar, convierte tu tamaño a humano-.

Jungkook ni siquiera lo dudó. No quería que el brujo que daba miedo se enojara con el.

Cuando el hada alcanzó su altura humana, que seguía siendo menos alta que la de los otros, Seojoon sonrió.

- ¿Tengo permiso de tocarlo, Príncipe?- el de ojos claros asintió y el moreno se colocó unos guantes de látex blancos.

El hada sentía que estaba apunto de desmayarse del miedo que tenía. Cerró con fuerza sus párpados al sentir la mano del tal Seojoon, en su barbilla, levantarle la cabeza.

- Abre los ojos, hada- Jungkook los abrió, pero evito a toda costa cruzarlos con los de los brujos.

Jungkook escucho la punta de una pluma moviéndose contra una hoja de papel y supuso que el hombre estaba haciendo anotaciones. El hada se mordió el labio intentando detener sus palabras, porque, lamentablemente para el, cuando se ponía nervioso no podía evitar hablar y hablar sin parar.

- De espaldas- Jungkook se puso de espaldas, su cuerpo se estremeció al sentir los dedos tocar la base de sus alas. Se mordió el labio más fuerte, no le gustaba como se sentía que lo tocaran ahí.

Las manos frías por el látex recorrieron todas sus alas y Kook empuño sus manos por el terror que le causaba estar tan indefenso ante los brujos.

Jungkook estaba tan nervioso que no se pudo contener.

- n-no- el toque paro pero Jungkook no se sintió aliviado.

- ¿No?- el hada cerró sus ojos con fuerza.

- n-no me g-gusta que toqu-quen mis a-alas- las piernas le temblaron cuando el brujo que daba miedo lo hizo voltear, Kook no abrió los ojos pero podía sentir la mirada azul sobre él.

- Vaya, tenemos a un hada con la boca muy suelta ¿No?- A este punto el pelirosa tenía toda la cara empapada y los labios rotos de tanto morderlos.

- p-perdón- Jungkook entreabrio sus ojos, aún sin dirigirlos hacia el contrario. Taehyung levanto una ceja.

- ¿Debería enseñarte que pasa cuando hablas de más?- las rodillas del hada temblaron cuando sintió la mano agarrarle el cabello con fuerza.

Jungkook volvió a cerrar los ojos y negó desesperado, pero el brujo no le tuvo compasión, los brujos no muestran compasión.

Kim estrello con fuerza medida el cráneo del pelirosa contra la pared y luego lo tironeo hasta el suelo, donde Jungkook se arrodilló y agarró la zona del golpe con fuerza mientras su temblor y llanto incrementaban aún más. Murmuraba tantas disculpas en voz baja que parecía un muñequito roto.

Los brujos lo dejaron ahí mientras salían a despedirse y Seojoon se largaba a su casa.

Taehyung regresó después de algunos minutos y suspiró pesado al ver qué el hada seguía en la misma condición en la que lo había dejado.

- vamos, toma tu tamaño pequeño y métete al frasco- Jungkook se calló.

Sorbió un poco arrugando su nariz roja por el llanto y se hizo pequeño, voló hasta meterse dentro de su pequeña prisión y se poso de cuclillas sobre el vidrio.

Pronto la rejilla fue puesta y el frasco fue colocado en la mesa otra vez. El pelinegro tomó asiento en una silla frente a la mesa y se puso a hacer mezclas siendo guiado por el libro. Jungkook observo en silencio.

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Capitulo dedicado a -Vido-

Si no comentan cosas bonitas, lloro. Ahr no unu.

Extraño escribir en mi teléfono ;-;.

Nos vemos en el siguiente cap, byebye.

- Ann.

𝐶𝐿𝐴𝑀𝑂𝑅 | taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora