Mi buen amor || Naim Darrechi

Capitulo 19

20.- Sonrojarme

—¿Y qué edad tienes?—pregunto Charlotte.

—Amm—me daba pena decirle, pensaria que son una niña irresponsable—20 años.

Contestaba algo apenada a sus preguntas, era muy curiosa. Demasiado.

—Y...¿presencian muchas muertes?—preguntó Will.

—Amm, no muchas—contestó Naim incómodo.

—Pero debe ser difícil ser uno de los crimínales más buscados por el FBI y la DEA—dijo Charlotte.

—Nos mantenemos al margen—contestó Naim.

—Eso si, deben tener mucho dinero—comentó Will.

—Podría decirse—conteste.

—Me imagino su casa—dijo Charlotte con la mirada perdida.

Esta situación llena de preguntas era muy incómoda, no queríamos groseros, ademas Jay y Jane seguían jugando. No queríamos arruinarle la diversión a Jay.

Naim le hizo una seña a los guardaespaldas para que lo sacaran de esa situación. Uno de ellos se levantó y vino hacia nosotros.

—Mhmm, disculpe señor Darrechi y señora León, amm...hubo un problema en los documentos de transacción y deben ir a arreglar este asunto personalmente—dijo aquel hombre.

—Oh, que pena, debemos irnos—dije tratando de sonar apenada—Vamos por Jay—le dije a Naim sujetándolo del brazo—Disculpen pero esta situación es muy delicada.

—No se preocupen—dijo Will.

—Nos vemos—dijo Naim antes de que lo jalase del brazo para irnos.

Los guardaespaldas se levantaron y los siguieron. Fuimos por Jay quien seguía jugando con Jane.

—Ya es hora de irnos Jay—dije levantándolo y él hizo un gesto de no querer irse—Lo siento mi amor, debemos irnos—dije.

Jane veía a Jay desde abajo, comenzamos a caminar y Jay quería llorar.

—No llores, la volverás a ver—le dijo Naim.

Subimos al auto e íbamos de regreso a casa.

—Eran bastante curiosos—comentó Naim.

—Demasiado diría yo.

—¿Crees que fuimos muy groseros?

—No lo creo pero alguien está molesto por aquí—dije mirando a Jay, a quien tenía sentado en mis piernas.

—Con 9 meses ya se apegó a una chica.

—Son unos bebés Naim, aún no son niños.

—Ya me imagino a Jay cuando tenga 16 años.

—Ojalá no sea un pervertido como tú.

—Pues será bastante atractivo, herencia mía.

—Ja, quisieras Naim.

—Bueno, y de su mamá—dijo mirándome fijamente y me sonroje—Ojalá no se sonroje tanto como tú.

—Oh ya cállate—dije lanzándole el mono de peluche en la cara.

El resto del camino fue está hablando sobre Jay, y de cómo no paraba de sonrojarme ante cualquier tipo de alago de Naim.

Jay seguía enojado al parecer, no lloraba pero tenía una cara de pocos amigos, las de Nani cuando se enojaba.

Llegamos a la casa, Sabrina estaba con un chico agarrados de la mano, al parecer iban a salir, Naim la moto raro al igual que al chico, ella se sorprendió al vernos al igual que el
chico.