Mi buen amor || Naim Darrechi

Capitulo 22

22.- Discúlpate

¿Quien dice que soy sumisa? No lo soy, para Naim si, pero para alguien más no. De ninguna manera iba a permitir que esa tal Laila se acercara a Naim.

Estos días nos habíamos cruzado bastante, y no se calmo con la amenaza que le di en el cumpleaños de Naim, se la pasó por el culo al parecer, pero ya me pasó una vez con Rose, no la puse en su lugar y tuve que matarla. Igual, matar a Laila no es una cosa muy difícil.

Le enviaba mil documentos a Naim, él no había ido a las reuniones porque quería pasar más tiempo conmigo y Jay, y él echo de que le enviara trabajo cuando él intentaba relajarse no ayudaba.

Jean, Libardo y Darían dijeron que se ah puesto insoportable en las reuniones, su aire de superioridad era horrible. Dentro de 20 minutos él y yo estaríamos de camino hacia la próxima reunión, él estaba estresado, supongo que esta reunión acabaría en gritos.

—Me voy a quedar afónico hoy al parecer—estaba acabando de arreglarse.

—No seas exagerado Naim, pero es lo más probable.

—Laila me saca de quicio.

—Y a mi igual, pero sabes que podemos deshacernos de ella...

—No, sabes que no me gusta que hagas ese tipo de cosas.

—Tu lo haces...

—Si, pero tú no, matar gente atrae riesgos, y más si son de familia influyente, no queremos un pleito y mucho menos quiero que estés en peligro.

—¿Ahora quien es el amargado?

— Tu, ese lugar nadie te lo quita.

Solo le hice una mueca.

—Vámonos, se nos hace tarde—tomo mi mano y nos fuimos.

El camino siempre se me hace muy corto, no esta muy lejos y con el sueño que me traigo se me va el tiempo rápido.

Había más de 3 camionetas estacionadas, 2 de ellas eran de Jean y Libardo, Darían y Marian siempre se van con Jean, Ralf tenía un Ferrari, Orson un Mercedes y nosotros una Chevrolet negra.

La otra camioneta no la conocía.

—Iuhg, ya llegó Laila—se quejó Naim.

Entramos, Jean y Libardo estaban recargados en el marco de la puerta de la sala de reuniones hablando de quién sabe quien, Mae, Darían y Marian estaban revisando un para de papeles, Ralf con su teléfono y Orson y Carlos sentados en silencio.

—Bien, Orson ve a avisarle a los Ramírez que ya llegó el "jefe"—le dijo Ralf a Orson.

Orson asintió y salió de la sala.

—Al fin, Guzmán tuvo que sacar a Laila antes de que acabara la paciencia de todos—exclamó Mae molesta.

—Me imagino—soltó una leve risita Naim.

—No es broma, Darían casi le saca los ojos a esa chica—dijo Jean.

—¿Te hizo algo?

—Me dijo peliteñida—Darían se había teñido el cabello de café, ya que antes lo tenía blanco.

—Y vieran él espectáculo que dieron—soltó Ralf carcajeándose.

—No fue muy gracioso—arrugó la nariz Ralf.

—Todo un show flaca, por cierto los chicos han preguntado por ti—me dijo Alex—Alan y Adriel tuvieron que irse a Colombia por un asunto personal y Asher está en Madrid, en unas semanas llegan.