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Por inercia solo supo hacer una cosa, y ese era evitar a toda costa un golpe más, puede que esto se vea distinto. Aun así, podía hablar con seguridad de que haberla herido lo suficiente no fue efectivo para ella.

Es como si cada golpe brindado a su cuerpo le hiciera más fuerte y eso sí que era de temer, pasó lo peor, que ahora su brazo estuviese fuera de lugar podía poner las cosas color de hormiga. Solo que para ella no lo veía cómo una desventaja, es más, se sentía con cierta ambición de que atacará sin pensarlo dos veces y poder morir de una vez por todas.

Jaén estaba al borde del colapso, lo único que aseguraba era que su cuerpo cada vez se mostraba diferente. Lo que puede hacerle caer en cuenta de que al igual que los demás, tienen un tiempo de expiración, no importa si está en la forma más poderosa, o si ahora es el diablo superior número tres, para Nina solo es una basura que camina hacia ella con sed de venganza.

—Estúpidos humanos, creen que por ser bendecidos por los dioses ya nos superan.

La mujer extendió su cuerpo al extremo de las ruinas de la ciudad, esto se ve asqueroso, pero, parecía que estaba por cubrir algo y no deseaba saber que más podía hacer con ella. Nina se colocó sobre sus pies mostrándole una ligera sonrisa, lo cual dejaba impaciente a Jaén, no podía soportar que estuviera feliz aún de toda la paliza brindada. Jaén comenzaba a perder su paciencia.

—Amén por los humanos que fuimos bendecidos por los dioses —aludió con una ligera carcajada, Nina podía disfrutar con claridad la desesperación de Jaén. Ella estaba consciente de que su presencia en la humanidad era efímera, y por ello lucía con poca paciencia al momento de enfrentarse a ella—. Porque hemos sido dignos de acabar con la mierda que abunda en la tierra, ¡Qué emoción saber que eres una de ellas!

Nina suspiro. Jaén se detuvo, en el área distintas figuras se apoderaron de su delantera, protegiéndola de todo peligro.

—¿Qué hacen? Estaba por despertar algo grande en mí. —se quejó Nina estando rendida observando las cuatro siluetas frente a ella. Aun así, sonrió por la llegada tan inesperada de las chicas.

—Delicioso...—Jaén lamió el contorno de sus labios, ahora no podía pelear con bajas expectativas; el hecho de que su forma habitual desapareciera dio mucho de qué hablar.

La viva imagen de un demonio superior tres se hizo presente, el cuerpo escultural de la chica permanecía, un tercer ojo se ha aproximado sin pensarlo dos veces, la frialdad y maldad que antes trasmitía era diferente. Su maldición cambió.

—¿Te imaginas tener tres ojos y no poder ver cómo vas a morir? —expresó Aitara tronando sus dedos, Mena alardeó:

—Había dejado una misión por estar aquí, veo que Sonne se preocupaba mucho por su hermana. —masculló con una pequeña sonrisa. Nina se colocó sobre sus pies acomodando su brazo en un solo estirón.

BÉLKASKA: LA ERA DEL DESPERTAR #3 ✔┆FINALIZADA┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora