Cardamomo, musgo y ámbar, hedores peligrosos

607 58 336
                                    

—Cuando Taiki tuvo la maravillosa idea de fragmentar la facción, tú dijiste que no importaba si intentaba irse... lo apoyaste y estuviste seguro que iba a funcionar adquirir el poder de otra manera, sin embargo, aquí estamos... casi cuatro años después, incluso más fragmentados que antes... con la Sumikikai respirándonos en el cuello y ahora... —Wakatsu Harukishi deja caer al escritorio donde su hijo, Wakatsu Kiryu se encuentra sentado, en silencio con la valentía en la garganta porque su padre nunca va directo hasta su oficina en su territorio, pero ahí está, el poderoso líder del clan Yamaguchi-Gumi, en persona, frente a él.

Sus hombres se encuentran hincados en sieza, sometidos por los yakuza de más alto rango que siempre acompañan al 6to líder de la Yamaguchi-Gumi.

Kiryu toma con calma las fotografías en silencio, fueron tomadas con objetivo especial de largo alcance, es obvio que fueron hechas desde una distancia prudente que protegiera la identidad de quien tomaba las fotos, sin embargo eran bastante nítidas. En las fotografías aparecía Taiki Miya, los hombres de confianza de Osamu Miya, junto con el matrimonio Sakusa: Kiyoomi y Atsumu.

—Atsumu no está trabajando más para la Kobe —infiere Kiryu sin acobardarse, no puede demostrar debilidad ante el 6to. a pesar de que se refiere a él con respeto, pero a Harukishi no le gusta la respuesta de su hijo y lo tira otras fotografías a la cara, su gesto sigue siendo sereno a pesar de que todos en la sala son capaces de oler el aroma a jengibre y borraja que se expande hasta asfixiar a los propios betas.

En las nuevas fotografías aparecen Kazuyo y Tobio, también Miwa, es obvio que hubo una reunión. No importa si es una visita solo para pasar el rato o tomar el té, lo importante es que aunque Atsumu ya está casado con un civil, la Kobe y la Kyodo siguen siendo aliadas.

El alfa de mayor rango en la sala mueve su mano y alguien acerca una silla, es humillante para Kiryu que su padre se siente en una silla que no es la principal, porque es obvio que se está burlando de él. Sin embargo no se mueve porque le ordenaron no moverse desde que el 6to entró. Harukishi saca sus cigarrillos y su secretario lo enciende presto.

—Escuché que habías infiltrados a unas personas en el clan Miya y otras en el clan Kageyama para que te mantuvieran informados de lo que pasaba en sus grupos, y aún así la gente de mi estúpido hijo se las arregló para que le dispararan a Atsumu que ni siquiera está viviendo con sus padres y eso provocó, ¿qué? Que se volvieran aliados otra vez... ¡Otra vez nuestro poder peligra por tu maldita irresponsabilidad! —lo último es gritado y Kiryu baja la cabeza, apretando los puños, su aroma territorial quiere salir pero frente a un alfa como su padre sabe que no tiene oportunidad.

Es cierto que su gente ha cometido un montón de estupideces, y que probablemente esta ha sido la más grande, se aprovechó de la oportunidad de deshacerse del alfa de Atsumu y después echarle la culpa a la gente de los Kageyama, pero todo salió mal: Hirieron a Atsumu y sus hombres fueron matados por él. Ahora nadie sabía que había ocurrido en esa reunión que tuvieron en Hiroshima porque ningún informante de ninguno de los otros grupos aliados había estado presente, existía una remota posibilidad de que Kazuyo hubiera propuesto un nuevo compromiso entre los Kageyama y los Miya, después de todo los interesados estaban presentes, y si se había hecho esa promesa, entonces ambos grupos se iban a beneficiar.

—Padre —habla Kiryu alzando la mirada y volviéndola a bajar cuando Harukishi lo observa fríamente como respuesta, pero el menor de los alfas no se acobarda y continua—. Aún tenemos una carta a nuestro, favor, me precipite —sus hombres fueron los que se precipitaron pero él asumía esa responsabilidad—, sin embargo, aún tengo una jugada que nos ayudara... lo juro.

—Lo mismo dijiste cuando logramos romper el compromiso de Tobio y Atsumu, dijiste que podías convencer a Atsumu, dijiste que podías atrapar a ese zorro pero se te escapó —sonrió soltando el humo del cigarro—, después dijiste lo mismo cuando lograste que la puta con la que Atsumu dormía se fuera con otro alfa, ¿y qué pasó? terminó por huir lejos de la posibilidad de unificar nuevamente la Yamagushi por medio de tu matrimonio con él... —se incorpora—. Vuelve a cometer un error, Kiryu, sólo uno más, y te haré ver como tu hermana come vidrio molido junto a todos tus hombres —advierte antes de salir.

Los omegas también huelen a alquitrán [Haikyuu!! - SakuAtsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora