Los omegas también huelen a alquitrán [Haikyuu!! - SakuAtsu]

Shouganai

A D V E R T E N C I A: Este capítulo hace alusión a violencia explícita a menores de edad, si te incomoda puedes saltarte esa parte desde que inicia el gato (#) hasta que acaba. Repruebo enérgicamente la violencia contra los niños, no obstante, tampoco haremos como que no se dan ese tipo de abusos en entornos como donde se desarrollamos esta historia.

2da. A D V E R T E N C I A: Hay un salto de tiempo de unos cinco años en este capítulo, se los marcaré, no se preocupen.

...

—¿Seguro que estás bien? —pregunta Atsumu a Kuroo que asiente varias veces.

—Ni siquiera se quedaron, me advirtieron que si me movía me iba a arrepentir, y me quedé aquí —responde el alfa mientras que toma otra botella de agua—. Pero señor Sakusa... usted está herido.

—¿Qué? ¿Esto? —se toca la mejilla para reír suavemente—. No es nada... —suspira decaído—. Entenderé si prefieres renunciar... lamento mucho que todo esto terminara ocurriendo.

—¿Me está despidiendo?

—¿Qué? No... pero... no debe ser normal para ti tener que lidiar con cosas como estas... —de forma inevitable Atsumu termina por sonrojarse por la pena de haber hecho pasar por algo así a Kuroo. 

—Estoy acostumbrado, cuando llegaron los acreedores de la empresa por culpa de aquellos tipos, toda clase de gente vino para querer lastimar a Kenma —cuenta y es la primera vez que habla sobre sí mismo—. Este trabajo me permite mantener decentemente a mi jefe —sonríe levemente con cariño—, además de que me cae muy bien mi nuevo jefe, así que no te preocupes, Atsumu... no te prometo no asustarme y quizás no hacerme en los pantalones si nos toca una balacera... pero tenlo por seguro que permaneceré a su lado... le pediré a Ennoshita que me enseñe a disparar, será muy útil y lo podré poner en mi CV. 

No sabe si algo bueno hizo en la vida, pero el corazón del omega se estruja suavemente. 

—¿Estás seguro, Kuroo?

—Totalmente... —sonríe y después deja de sonreír—. Espero un aumento de sueldo, por el susto. 

Los tres ríen de forma cantarina, claro que le dará un aumento y a Ennoshita unas vacaciones apenas sepan que no hay más peligro, porque Atsumu no se fía de lo fácil que fue salir del embrollo con Kiryu, aún no termina de entender qué demonios hacía ahí. 

—Contacta con la gente de Bokuto y hazle saber todo lo que pasó, absolutamente todo, que busquen a Kiryu y sus perros sarnosos —murmura—. Llamaré a mi padre mañana a primer hora... esto ha sido un insulto a todo el clan Miya y al grupo Kobe... 

—Será mejor que no te involucres —señala Ennoshita—. No eres más parte de la mafia, avisaré a Kobe lo que aquí ocurrió, tú solo preocúpate por ir a casa y volver con el presidente, está esperando por ti... estoy seguro que sospecho de algo. 

—¿Crees que haya sospechado? —cuestiona sorprendido Atsumu, porque él siempre se ha jactado de ser muy convincente cuando dice mentiras, y Kiyoomi casi siempre le compra las actuaciones dignas del Oscar que suele hacer. 

—Estoy casi seguro que sabe que viniste por asuntos familiares, aunque también estoy seguro que no sabe qué está pasando, así que acaba con la ansiedad de ese hombre y mejor vayamos a casa, te prometo que me encargaré de todo... Kobe tendrá todos los detalles de lo acontecido. 

—Bien, entonces cuento contigo... —dice confiado antes de subir al auto, se recuerde un poco por el frío, le gustaba mucho ese haori que perdió, pero ni aunque le pagaran regresaría por él sabiendo que Kiryu andaba por ahí tramando saber dios qué cosa.