✑El viaje para huir siempre es más largo que el de regreso a casa.
Los Serafini nunca han sido personas para nadie, pueden ser dioses o cuerpos mercantes, pero sólo sirven para un propósito; hacerte rico.
Entre más cerca de la extincion sea el anima...
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Realmente no entendía como era que solo unas simples palabras lo había petrificado. Nadie se lo había dicho, en sus recuerdos no existía una persona que le dijera que estaba enamorada de él. ¿Como iba a lidear con eso?
Era verdad, que no se imaginaba un mundo sin Hwaxin en el. Vinieron a su mente memorias del pasado; la sombra, el tren de artistas, las flores marchitas que seguía conservando en su caja fuerte... Ella desapareciendo. ¿Que había sentido verla desaparecer? Le amargaba la existencia recordarlo, se había mostrado tan vulnerable que le asqueada tan sólo pensar en volver a decir esas palabras débiles.
Camino por la baranda del barco viendo el mar, el camino que lo llevaría de nuevo a Ketterdam, en donde le diría adiós a Hwaxin una vez más.
Pero no estaría tan tranquilo si no tuviera un plan, a pesar de las circunstancias logró secuestrar, clara mente lo podría volver a hacer. Sonrió por el hecho antes de que la voz de Jesper se hiciera presente.
—Esta mañana vi a Hwaxin enviar un cuervo—dijo este. Kaz le había pedido a la chica que fuera discreta, o tal vez lo fue y solo Jesper estaba en el momento equivocado.
—Solo es un "por si acaso"—respondió para voltear al otro lado del barco, al final estaba Hwaxin con Inej.
—¿Que harás cuando lleguemos a Ketterdam?—preguntó viendo a la misma dirección de Kaz.
—¿Porqué todos tienen tanta curiosidad?
—Eres Kaz... Todo lo que haces me de curiosidad.
—No me halagas—dijo caminando a donde estaba Hwaxin. Ya era tarde, suponía que ya tendría su respuesta.
Cuando Inej lo vio le sonrió y los dejó solos. Hwaxin... Se veía tan calmada en ese momento.
—Ya tengo la respuesta, llevara aquí más o menos a media noche—le dijo antes de que el mismo comenzará a hablar. —Será un barco negro, espera lo despierto.
—Bien—respondió.
—¿Otra cosa?
—Jesper te vio. Hizo preguntas...
—Le diré que no fue nada completamente importante, ¿estas de acuerdo?—le pregunto volviendo a ver el mar.
—No podría estar más de acuerdo—Solo la vio viendo el mar.
La luz fría hacían buena pareja con su pálida piel, no recordaba la última vez que la había visto tan tranquila. El impulso de llamarla sólo para verla de nuevo a los ojos invadía su mente.
Todos preguntándole, "¿que vas a hacer Kaz con ella cuando lleguemos a Ketterdam?" Solo necesitaba verla unos segundos más, así, exactamente como estaba, tranquila, armónica... así podría dejar atrás el impulso de gritarle a todos que no quería devolverla, la quería para él más allá de un acta de propiedad...
