Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)

31: ¿Disculpas?

Era extraño tenerla aquí, con aquella actitud tan... sensata, me observaba de una manera tan monótona que me era difícil confiar en que venía con buenas intenciones. Caminó junto a mí una vez que le permití la entrada a la habitación del hotel, caminamos hasta llegar al pequeño comedor cerca de la cocina.

—¿De qué quieres hablar? —inquirí mientras me sentaba en una de las sillas y ella imitaba mi acción, tomando asiento frente a mí, observando cada detalle de la habitación, o seguramente, buscando indicios de Jack por aquí. Pero Jack estaba del otro lado de la pared que tenía yo a mi derecha.

Suspiro, meneando la cabeza y enfocándose en mí—. No te haré nada, solo quiero que hablemos tranquilamente como dos personas civilizadas.

Apreté los labios y la inspeccioné mirándola detalladamente, esperando cualquier movimiento en falso que encendiera mis alertas, pero ciertamente, se veía agotada, decepcionada y algo más que no sabría describir—. Muy bien —acepté mientras me cruzaba de brazos, pero seguía observándola con suspicacia.

—Mira —comenzó mientras dejaba su bolso negro sobre la mesa—. Cassie, lo siento en serio. Me he comportado pésimo contigo, supongo que no tuve idea de cómo separar mis rencores hacia Jack de ti.

Fruncí el ceño y me incliné hacia enfrente—. ¿Por qué? —susurré confundida.

Suspiró—. Es una larga historia... —musitó—, como bien sabes, Jack y yo éramos pareja, y hubo... hubo algunas cosas que no terminaron bien entre nosotros, hubo promesas, y todo lo que te imagines que ocurre en una relación que ve a futuro, pero él se fue sin decírmelo, y para cuando lo volví a ver... —desvió la mirada hacia la ventana, observando como los rayos de sol sufrían la amenaza de ser cubiertos por espesas nubes grises—, estabas tú, su esposa —emitió "esposa" con aquella nota derrotada y volvió a mirarme directo a los ojos—. En definitiva, no me lo tomé nada bien porque una parte de mí, nunca va a superar a Jack.

—Annie...

—Quiero que me disculpes mi actitud tan... inmadura —me interrumpió.

Abrí los ojos como un par de platos. Tenía que ser un buen chiste y por lo menos que me mostrara un poco su cámara oculta para que su bromita no fuera un total desastre.

—¿Cuál es el truco? —pregunté desconfiada.

Frunció el ceño confundida—. ¿Qué truco? Nada de eso Cassie, quiero que tú y yo hagamos las pases, no te pido que seamos amigas porque siendo sincera, no me interesa una relación amistosa contigo porque sé que él estará siempre en tu vida, solo quiero que seamos dos conocidas que comparten trabajo.

Asentí desconfiada y el peso de sus palabras francas me sentó bien, necesitaba una cruda sinceridad para entender un poco por qué—. Bien, bien. ¿Y por qué de repente decidiste que ya no querías estar en malos términos conmigo?

—No me gusta tener enemigos —respondió mientras se cruzaba de brazos.

Asentí lentamente—. Tú sola te ganas enemigos, nadie quiere serlo, pero tú sola te los ganas.

—Jack es mi pasado Cassie. Al principio una parte egoísta en mí se apoderó de mí, fue inevitable recordar lo que vivimos, cómo después de cinco años lo vi, y para mi sorpresa, estaba casado.

—Sí, lo sé y lo entiendo —fue mi turno de interrumpirla—. Pero ahora es mi presente, Annie, créeme cuando te digo que no estuvo en mis planes casarme con él, ni tampoco en los de él, pero joder, me gusta, me enamoré de él y no quiero que ni tú, ni nadie más me lo estropee.

—¿Cassie?

La voz Jack hizo eco por la habitación y con eso Annie se puso de fue como un resorte, le seguí el paso rápidamente, pero nos quedamos inmóviles una frente a la otra, escuchando los pasos de Jack en la habitación.