—Isabella, ¿Qué quieres desayunar? —le pregunté a mi pequeña mientras acariciaba su pelo.
—Umh, mami. ¿Papá puede hacerme el desayuno? —preguntó dulcemente.
Bufé—. Está bien —dije extrañada.
—¿Qué pasó? —preguntó Jack bajando.
Lo miré, su rostro somnoliento y cabello despeinado—. Quiere que tú le hagas desayuno —suspiré.
Jack me sonrió. Me dio un beso y tomó mi mano. Nos dirigimos a Isabella.
—Hija, tienes que comprender que tu mamá tal vez no sea la mejor cocinando, pero tienes que darle una oportunidad —le dijo Jack de manera dulce.
Isabella y yo lo miramos extrañadas.
—Está bien —bufó rendido, pues la idea de que yo cocine, no es la mejor—. ¿Qué quieren desayunar mis reinas? —preguntó Jack.
—Haz tu magia —emití con una gran sonrisa.
Me sonrió y asintió.
Isabella y yo nos dirigimos a la sala, yo con mi taza de café y ella con su vaso de leche, nos sentamos en el sillón a ver algo de televisión. Eligió ver Bob Esponja y no protesté, no me molestaba ver lo que ella quisiera.
Y sí. Sin más que decir o algo me encanta estar con ellos dos.
Bueno. Tengo que pensar más en que haremos hoy. Isabella querrá ir a la piscina o al parque que está a mil cuadras de aquí. O tal vez quiera ir con mi papá, o con Cameron y Paeton, o a golpear a Edward como toda la vida.
No, no puedo dejar que sea tan violenta.
—¿Mamá? —dijo pasando su manita frente a mis ojos.
—¿Oh sí? —pregunté asustada.
—Ya está el desayuno —me avisó Jack.
Me levanté de un salto y me dirigí al comedor.
—Jack —aclaré mi garganta, al ver el plato frente a mí—, ¿qué es esto? —pregunté.
Él rio.
¿Qué es gracioso Johnson?
—Son panques —rio. Sí claro sabía que eran exactamente eso, pero yo ni me refería a eso.
—Sí, pero es que esa cosa...
—¡A comer! —me interrumpió Jack. Pues deduje que era fruta en mermelada, Isa odiaba la fruta.
Reí.
Cuando acabamos subí con Isabella, la cambié de ropa.
—¡Cassie! —me asustó Zoe.
—¡Hija de...! —iba a decir una grosería, pero Zoe señaló a Isabella y me guardé la palabra.
—Tenemos que hablar —emitió rápidamente.
—¿Sobre qué? —pregunté.
—Es cumpleaños de Edward y lo llevaremos a comer pizza y juegos —dijo.
—Oh sí, sí.
—No lo olvidaste, ¿verdad? —preguntó elevando una ceja.
Sí.
—No —respondí cepillando el cabello de Isabella.
Dios, trágame tierra. ¿Cómo pude olvidar el cumpleaños de Edward?
—Ya le dije a Jack donde sería.
—¿Dónde está Edward? —pregunté.
—Abajo con Jack y Sam.
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Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)
Teen FictionLa vida, la rutina, el pasar de los días era tarea sencilla, cada uno vivía a su ritmo sin conocerse, sin haber intercambiado palabras, ni saber lo que la vida les tenía destinado ése día, el cumpleaños de Cassie Clark. Algo caótico que a la misma v...